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MEMBRIO: MORENA, que bonito tu escrito, mi Madre me contaba...

La luna se esconde tras la cumbrera del mirador del Palacio.
Del Coso a la Estación, de las casitas de Tierras al Cerro suenan canciones alegres.
Una mujer, con piel curtida mira al horizonte y sólo ve suluetas difusas de hombres y mujeres que pisan con ritmo el czmino de la Ribera.
El aire huele a pan nuevo y canciones de amores cantan los belloteros.
Los trbajos comenzaban por los Santos y acababan por Navidad.
Al igual que otras faenas, los hombres y las mujeres eran contratados por el manigero o bien iban a casa del dueño de las bellotas a ofrecerse.
La jornada comenzaba al salir el sol, y duraba hasta ponerse, con habilidad y esfuerzo se recogian grandes cantidades de bellotas que luego se metian en costales.
El sueldo era pequeño sobre todo el de las mujeres que se aproximaba casi a la mitad.
Al salir el sol se empezaba a recoger las primeras bellotas, a media mañana se paraba una hora al almuerzo, y cerca del mediodia se paraba durante media hora para liar un cigarrillo.
Para comer se paraba una hora o dos, la comida se hacia de pasteleria (pan, chicharrones, sardinas, etc) y se comia al rededor de una lumbre.
Cuando se acababa de comer se hacian juegos y bromas.
Por la tarde al ponerse el sol, se recogia todas las bellota en los belloteros que eran donde se reunía tada la bellota formando cordones para de vez en cuando darle vueltas para eliminar toda la sudoración; Los hombres y mujeres volvian al pueblocon la fatiga en sus cuerpos, el frio en su corazón y las canciones en sus bocas.
MORENA.

MORENA, que bonito tu escrito, mi Madre me contaba historias de esas que mencionas, y que siempre venían cantando después de hartos de apaña bellotas y una dura jornada. Besos