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hola chengue: Buenas noches, aunque es la primera vez que me dirijo a ti, queria hacerlo porque creo que tan bien tú como yo, habras sentido una gran alegría, al conocer la decisión de la Unesco de catalogar el flamenco de Patrimonio Cultural Inmaterial. Ya era hora de que a pesar de que parece que este arte no esta de moda, al final se le ha dado un merecido reconocimiento. por eso desde aqui felicitar a todos los buenos aficionados a este arte. También para tus hermanos Tomás y Juan. Saludos
Gamito:
En primer lugar, darte las gracias por haberme tenido presente en tus felicitaciones con motivo de la nominación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (solo el nombre me asusta) de ese arte llamado “Flamenco”; yo quiero corresponderte de la misma manera y, especialmente, lo hago extensivo cariñosamente a tu padre, por lo gran aficionado que es también.
Mi postura personal al respecto, es que el arte del flamenco ha ganado universalidad, pero, desgraciadamente, hace tiempo que perdió parte del “angel”, el pellizco, las emociones y muchas de sus cualidades genuinas. El año 2005 también se propuso, y no fue elegido: ¡que ha cambiado desde entonces hasta ahora! El mayor premio que debe recibir este arte es su protección, desde la ortodoxia, no desde el trivialismo; eso sí, ¡el cazo, es el cazo!, y seguro que ya hay cola. Nosotros seguiremos apostando por lo poco que nos queda: “la carne de gallina”.
Un abrazo y recuerdos a Tío Vicente.
En primer lugar, darte las gracias por haberme tenido presente en tus felicitaciones con motivo de la nominación como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (solo el nombre me asusta) de ese arte llamado “Flamenco”; yo quiero corresponderte de la misma manera y, especialmente, lo hago extensivo cariñosamente a tu padre, por lo gran aficionado que es también.
Mi postura personal al respecto, es que el arte del flamenco ha ganado universalidad, pero, desgraciadamente, hace tiempo que perdió parte del “angel”, el pellizco, las emociones y muchas de sus cualidades genuinas. El año 2005 también se propuso, y no fue elegido: ¡que ha cambiado desde entonces hasta ahora! El mayor premio que debe recibir este arte es su protección, desde la ortodoxia, no desde el trivialismo; eso sí, ¡el cazo, es el cazo!, y seguro que ya hay cola. Nosotros seguiremos apostando por lo poco que nos queda: “la carne de gallina”.
Un abrazo y recuerdos a Tío Vicente.