Gracias D. Francisco pero a ese bigotudo lo verá Vd., siempre vestido de blanco, de blanco inmaculado, a no ser que algún osado como Ribero me vuelva a vestir de ese horrible
color azulgrada, advertidos han quedado que la próxima vez, el atrevido pasará por el
Juzgado, no acepto ofensa mayor, porque no la puede haber. Un abrazo y hasta siempre