ADP, me parece muy bien el homenaje que le has hecho a Casimiro, una persona con la que mantuve buena amistad (creo que era difícil llevarse mal con él) y que siempre estaba dispuesto a colaborar desinteresadamente en lo que se le solicitase. Allí estaba él con su música participando y animando. Un abrazo muy fuerte para él allá donde esté.
Cuanto me acuerdo del buen amigo Modesto, compartimos muchos ratos de monaguillos en el quehacer de la Iglesia ayudando a D. José María, D. Jacinto, y a D. Ángel cuando iba al pueblo ………… y también al sacrita, Antonino.
En su esplendor con el acordeón ya no llegué, me había marchado.
Esa amistad quedó reflejada para siempre, cuando iba al pueblo nos saludábamos con mucho afecto, cuanto sentí su fallecimiento, que Dios te tenga en su gloria, AMIGO.
En su esplendor con el acordeón ya no llegué, me había marchado.
Esa amistad quedó reflejada para siempre, cuando iba al pueblo nos saludábamos con mucho afecto, cuanto sentí su fallecimiento, que Dios te tenga en su gloria, AMIGO.
No es por nada... tú lo sabes bien "VIRGO". En todo caso Casimiro "Modesto"; Modesto era el padre; quizás... uno de los mejores hortelanos que ha dado Membrío. Su momento más importante es cuando estuvo en la famosísima huerta de Claveria... terminando con el tío Gerardo Gilete. Buen acordeonista; dicen de él que tocando, si le pisaban el pié no seguia. Cuando estaba su hijo Casimiro aprendienso en la peluquería de D. Celestino "el practicante", todos los días le llevaba un bocadillo a las once. Y es que el aprendiz era buna figura-eslabón de todas las profesiones... y un honor para los padres, porque su hijos aprendían un oficio. Ahora esta figura está desaparecida por completo. Un monaguillo muy completo sin duda, como lo fue "Carrile", que vivían en la misma calle "El Cura". ¡Cuantas veces comímos el "arroz con liebre" de "Los Santos" en casa de la tía María su madre! SALUDOS.
Carrile... Carrile... Me acuerdo del nombre pero ahora mismo, no le pongo cara. Que rabia me dá, cuando no recuerdo las caras. El bueno de Casimiro... ¡Cuántas veces me cortó el pelo!
