MEMBRIO: ¡Por fín Maese VISPERAS, se ha "estirao" un poquito!...

Redundo en opiniones ya expuestas: Ningún paisano de Membrio tiene la llave para ""cerrar" intromisiones, a nuestro entender no adecuadas, en esta la página de nuestro pueblo, y... quizás tampoco se debería hacer, en aras de la libertad de opinión, tan magnificada, según nuestra opinión, pero cuando los membrilleros buscamos con fruición en el intricado mundo de la comunicación virtual imágenes y comentarios de nuestra historia pasada y presente y nos encontramos con ámbitos que desconocemos, se nos asemejan a legajos sueltos de otras "culturas", quizás más rica que la nuestra, ¡o no!, y que por designios del "azar" distorsiona nuestro album fotográfico. En Membrio, Sr. llobet, por esa época todos los niños conocíamos por su nombre a todos los animales que ayudaban a nuestros a nuestros mayores en las penosas faenas del campo, y... con todo el respeto, Sr. llobet, esos animales no están en mi inventario.

¡Por fín Maese VISPERAS, se ha "estirao" un poquito! jeje. Que caro te vendes bandido. Referente a la foto de la ERA, objeto de cierta polémica. Aunque la intención sea buena -que seguro lo es-, efectivamente esta era no es de Membrio "ni por asomo", que se decía antes. Ni tan siquiera extremeña. Como mucho, como mucho; del norte de Cáceres. No hay encinas, ni sombreros de paja, y ese trillo de piedras -que no de ruedas-, y esos montes pelaos y blanquecinos, son más propio de Castilla que de Extremadura. Asombrado me quedé cuando ví por primera vez y haciendo de puerta de una bodega, un trillo así, pues no me explicaba como "aquello" sin ruedas, podría trillar sin arrastrar la paja. Posteriormente lo he visto funcionar en fiestas que organizan en los pueblos sobre la cosecha y, ante mi asombro, se deslizaba suavemente sobre la parva sin atascarse... Como Santo Tomás,"si no lo veo, no lo creo". Pero vamos que, donde haya un trillo con sus ruedas y su asiento correspodiente, que se quite lo demás jeje. ¡Dónde va a parar...! Saludos, y voy a leer un poco que aquí, las páginas vuelan a pesar del puente, y pierdes el hilillo.