Loren, no te vaya a pasar con el gallo, como a la vieja con el gato.
¿Que le pasó? te lo cuento: se encontró una lampara, la frotó y apareció un mago, que le concedió un deseo, la vieja pidió que su gato se covertiera en un
joven, alto, guapo, o sea un buen mozo, se lo concede, aparece el tio ante la vieja que se frota las manos de lo bien que lo iba a pasar y entonces le dice el joven ¿que te arrepientes ahora de haberme capado?, espera que me voy a reir yo primero, ja, ja, ja, ja.
Moraleja,
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