BAE, FRANCISCO JAVIER, FRANCISCO CASO y otros…
Con algunas de vuestras intervenciones (Tenorio, cuentos, historias de sudamérica…) y con otros comentarios que he leído en el foro referidos a las tradiciones y a sus posibles desapariciones, me he animado a hacer público un “tesoro” que tengo de mi abuela.
Os cuento: A mí me apasionan los cuentos, ¿por qué? Yo creo que, sin lugar a dudas, es porque cuando yo era pequeña, mi abuela Maxi me contaba cada día un cuento, los repetía pero a mí me gustaba oírlos otra vez. Eran cuentos que yo no los encontraba ni he encontrado escritos en ningún sitio, solo ella, pensaba yo, los sabía. Así es que cuando murió mi madre, ella tenía 90 años y estaba casi ciega, y la grabé en una cinta de cassette contando todos esas historias y romances que a mí tanto me habían encandilado. Después, para darles forma los pasé al ordenador los llevé a una imprenta y los transformé en un lindo libro (hice tres copias). No me parece “justo” quedarme yo sola con ellos porque en el fondo son de nuestra cultura y por tanto de todos, por ello he pensado escribirlos aquí; seguro que alguno de ellos reconoceréis, si no todos, pero no importa. Se acordaba de diecisiete.
BAE, tengo que decirte que los capítulos del Tenorio que has ido colgando en el foro, los he recopilado e imprimido para leerlo, nunca lo leí, lo reconozco, será por aquello de que lo he visto representado alguna que otra vez y nunca me puse a ello. “Tus capítulos” sí los leeré, un gesto que me apetece por el esfuerzo que te has tomado. Así es que me daría por satisfecha si alguien leyera estos cuentos que iré publicando en el foro para que no se pierdan, al fin y al cabo son un poco de todos.
EL LIBRO COMIENZA ASÍ…
“LOS CUENTOS DE LA ABUELA”.
“Diciembre 1995…. Tenía 90 años. Ya no podía leer ni escribir. Pero mi abuela aún se acordaba de muchos cuentos.
A mi abuela y a mi madre… Siempre estáis”
LOS TRES REGALOS
Un padre tenía tres hijas, iba a ir a la feria y les preguntó qué querían que les comprase. Una le dijo que una sortija, otra que unos pendientes y la última le pidió unos zapatos.
Llegó el padre de vuelta de la feria y les dijo:
- Toma tú la sortija.
- Toma tú los pendientes.
- Toma tú los zapatos.
A las tres hijas les gustaron mucho los regalos, pero decidieron que no le dirían nada a los novios a ver si ellos se daban cuenta.
Al día siguiente vinieron ellos pero no se fijaron en las nuevas prendas que lucían sus mujeres y, claro está, no les decían nada. La que tenía la sortija, no pudiendo aguantarse más, dijo señalando con su dedo:
- “Miiiira una araaaaña” (canturreando)
- “Con el pie matarla, con el pie matarla” –contestó la de los zapatos nuevos, haciendo el gesto con el pie-.
- “Qué cosas tenéis” –respondió la tercera (moviendo la cabeza para que se movieran los pendientes)
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Con algunas de vuestras intervenciones (Tenorio, cuentos, historias de sudamérica…) y con otros comentarios que he leído en el foro referidos a las tradiciones y a sus posibles desapariciones, me he animado a hacer público un “tesoro” que tengo de mi abuela.
Os cuento: A mí me apasionan los cuentos, ¿por qué? Yo creo que, sin lugar a dudas, es porque cuando yo era pequeña, mi abuela Maxi me contaba cada día un cuento, los repetía pero a mí me gustaba oírlos otra vez. Eran cuentos que yo no los encontraba ni he encontrado escritos en ningún sitio, solo ella, pensaba yo, los sabía. Así es que cuando murió mi madre, ella tenía 90 años y estaba casi ciega, y la grabé en una cinta de cassette contando todos esas historias y romances que a mí tanto me habían encandilado. Después, para darles forma los pasé al ordenador los llevé a una imprenta y los transformé en un lindo libro (hice tres copias). No me parece “justo” quedarme yo sola con ellos porque en el fondo son de nuestra cultura y por tanto de todos, por ello he pensado escribirlos aquí; seguro que alguno de ellos reconoceréis, si no todos, pero no importa. Se acordaba de diecisiete.
BAE, tengo que decirte que los capítulos del Tenorio que has ido colgando en el foro, los he recopilado e imprimido para leerlo, nunca lo leí, lo reconozco, será por aquello de que lo he visto representado alguna que otra vez y nunca me puse a ello. “Tus capítulos” sí los leeré, un gesto que me apetece por el esfuerzo que te has tomado. Así es que me daría por satisfecha si alguien leyera estos cuentos que iré publicando en el foro para que no se pierdan, al fin y al cabo son un poco de todos.
EL LIBRO COMIENZA ASÍ…
“LOS CUENTOS DE LA ABUELA”.
“Diciembre 1995…. Tenía 90 años. Ya no podía leer ni escribir. Pero mi abuela aún se acordaba de muchos cuentos.
A mi abuela y a mi madre… Siempre estáis”
LOS TRES REGALOS
Un padre tenía tres hijas, iba a ir a la feria y les preguntó qué querían que les comprase. Una le dijo que una sortija, otra que unos pendientes y la última le pidió unos zapatos.
Llegó el padre de vuelta de la feria y les dijo:
- Toma tú la sortija.
- Toma tú los pendientes.
- Toma tú los zapatos.
A las tres hijas les gustaron mucho los regalos, pero decidieron que no le dirían nada a los novios a ver si ellos se daban cuenta.
Al día siguiente vinieron ellos pero no se fijaron en las nuevas prendas que lucían sus mujeres y, claro está, no les decían nada. La que tenía la sortija, no pudiendo aguantarse más, dijo señalando con su dedo:
- “Miiiira una araaaaña” (canturreando)
- “Con el pie matarla, con el pie matarla” –contestó la de los zapatos nuevos, haciendo el gesto con el pie-.
- “Qué cosas tenéis” –respondió la tercera (moviendo la cabeza para que se movieran los pendientes)
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Marga V. Parece que al final que has decidido a contarnos los cuentos. Relato breve y hermoso; y, para vosotros cargado de emotividad. Me acuerdo de tu abuela Maxi, porque mi abuela vivía frente de donde tú lo haces ahora. Lo mismo no son cuentos; serán historias apócrifas en todo caso. Un beso. PC
Que sorpresa! Que haces a esta hora asomado a la ventana? Estás mejor?
Hoy he decidido ventilar temprano. Me quedaré un ratito más. Besos.
Hoy he decidido ventilar temprano. Me quedaré un ratito más. Besos.
Encinita. Quiero chocolate de ese que os zampáis diplomáticamente por los Villas. Bueno, en realidad, sabes que el chocolate me importa poco. Por aquí estoy en estos momentos porque tenía ganas de sentiros. He leído el cuento de Margarita V., y he visto la calle nueva. Ocurre que, cuando ella era muy pequeña yo, aun pequeño pero más grande, pasaba a ver a mi abuela Fructuosa. Y me ha recordado, cuando su hermano y yo, entre otros, salíamos del baile e íbamos a beber al botijo de mi Abuela. Ella, siempre dejaba la puerta abierta para tales menesteres. Es lo que tenía la falta de libertad, que las puertas podían quedarse completamente abiertas. Un beso. PC
Dile a la CARNI, que si tiene alcohol de romero. Me dijo un día que me iba a dar una friegas- o refriegas- para esto de las lumbares, pero aun la espero. A mí, es que me da corte decírselo. Un beso para ella, siempre más chiquinino. PC
Dile a la CARNI, que si tiene alcohol de romero. Me dijo un día que me iba a dar una friegas- o refriegas- para esto de las lumbares, pero aun la espero. A mí, es que me da corte decírselo. Un beso para ella, siempre más chiquinino. PC
Aqui estoy toda prestaaaaaaaaa, casualmente tengo un pomo qe compre cuando el lumbago, asina esqe si quieres qe tede las friegas dame la direcion qe voy a dartelas..... De cintura parriba eeeeee qe luego meda calambre jajaaaaaaaaa
yo temando un besino chico, tu ami uno mas chico, pos a este paso no nosdamos naaaaaaaaaa jajaaaaaaaaaaaaa
yo temando un besino chico, tu ami uno mas chico, pos a este paso no nosdamos naaaaaaaaaa jajaaaaaaaaaaaaa