JULIAN, te doy las gracias por felicitarme en el día de mi
santo, en este sentido tú también siéntete aludido con mí
felicitación, puesto que en el día de ayer también te tocó algo, según los apuntes del santoral de LOREN. Lo importante de llamarse Julián o Tomás, no es en sí la felicitación, sino el saber que se acuerdan de ti, y que se acuerdan de buenas maneras.
Queridos hermanos, afianzar la
amistad y si esa amistad llega al roce, pues bien venido sea, pero que ese roce no sea de arañazos,
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