Buenos días amig@s, ya estamos de vuelta en casita;! chacho que fría que estaba la casa!, pero da igual, hemos cogido un poquito de aire sin contaminar y eso bien merece un esfuerzo.
Mia vé gracias por todo, sois estupendos. Besos
PD. Cada día entiendo menos a los que moderan la pagina, llevo desde ayer por la tarde para que me publiquen 7 fotos, pero! coño! si son fotos de mi pueblo, que no son fotos de personas en "perigotas" -no sé si se escribe así-, habrá que seguir esperando. Besos Membriller@s
Mia vé gracias por todo, sois estupendos. Besos
PD. Cada día entiendo menos a los que moderan la pagina, llevo desde ayer por la tarde para que me publiquen 7 fotos, pero! coño! si son fotos de mi pueblo, que no son fotos de personas en "perigotas" -no sé si se escribe así-, habrá que seguir esperando. Besos Membriller@s
Buenos y frioleros días. A lo que se ve, BAE, ha cargado pilar. Me alegro por ella y por sus pilas. Le conmino a que se toma lo de las fotos con la suficiente filosofía. Yo, había escuchado eso de "en pelota picá". Pero, lo de "perigotas", no me suena. Debe de ser acepción de lo mismo. También leo el encuentro de amistades por el pañuelo del mundo (Me alegro) Lo del carbón de CaPi, me ha gustado. No tenía mucha idea de la cuestión, pero va a ser que tendremos que ponernos al día, tal y como está el recibo de la luz. La evolución hacía la involución. Abrazos para todos. PC
PC corazón, la nuestra calle estaba muy solitaria, con todo el barullo que hay en verano, ahora no se oía un alma. Un beso
En esa calle, corazona, como en casi todas las de nuestro pretérito pueblo, bastante antes de que tú vieses la luz y la mía fuese azul; mucho antes de tenerte de vecina (de buena te libraste) puesto que donde tú ahora, residía la tía Valentina – la que llamaban “La Galla”- En esa calle, donde nos veíamos los calzones los cachopos, los pores, los barrantes, los caballeros y demás parafernalia; en esa misma calle- que llamaban de Calvo Sotelo- era donde poseídos por la metódica algarabía nos fundíamos los niños en un profundo abrazo. Allí, sí, en esa calle donde retozábamos por el inmenso valle de gorrones en la más tierna verdad; donde, inconsciente de mí, sin propósito de enmienda y a riesgo de tortazo fijo, robaba las miradas de mis infantiles damas. Sí, allí, viví, mucho antes de residir.
Ahora, es cierto, busco la algarabía y percibo que se la llevó el tétrico silencio. Y, el caso, es que mientras viajo, voy percibiéndola en lo más profundo de mis adentros. Todo, hasta que llego. Cuando llego, se juntan la niebla, el agua y el viento, entonando la melódica canción del puro invierno; una armoniosa composición, que mueve la solitaria y tenue farola de la esquina, clavándoseme en el corazón como una helado acero. Ahora, casi todo es un sueño, vivo y despierto; el sueño de la melancolía, que barrunta su mezcolanza con las añoranzas, los paisajes, los recuerdos. Esas cosas que vienen y van cuando paseamos por los mundos poseídos por lo peripatético. Otro beso. PC
Ahora, es cierto, busco la algarabía y percibo que se la llevó el tétrico silencio. Y, el caso, es que mientras viajo, voy percibiéndola en lo más profundo de mis adentros. Todo, hasta que llego. Cuando llego, se juntan la niebla, el agua y el viento, entonando la melódica canción del puro invierno; una armoniosa composición, que mueve la solitaria y tenue farola de la esquina, clavándoseme en el corazón como una helado acero. Ahora, casi todo es un sueño, vivo y despierto; el sueño de la melancolía, que barrunta su mezcolanza con las añoranzas, los paisajes, los recuerdos. Esas cosas que vienen y van cuando paseamos por los mundos poseídos por lo peripatético. Otro beso. PC