Mira por donde leyendo uno de los capitulos, del libro dedicado a Sierra De San Pedro, me encuentro con uno de los relatos que me traen recuerdos de mi infancia que no son facil de olvidar y que siempre llevare en mi memoria -mientras la conserve- siempre recordare que mis dias de vacacaciones lo pasaba junto a mis abuelos maternos rodeado de animales y naturaleza disfrutaba como nunca, para mi el regreso al pueblo era una de mis mayores penas.
Una parte del capitulo esta narrado en primera persona y es este:
Desde que tengo uso de razon, los fines de semana, y periodos vacacionales, salvo raras excepciones lo he pasado en el campo, gran aficcion de mis padres, y por tanto nuestra residencia haitual en estos periodos de tiempo.
Nos gustaba acompañar a los pastores, aprender a conducir carretas de bueyes o carros de mulas, ir a buscar criadillas de tierra, coger higos de las huertas, subir a la sierra a por madroños y no aburrirnos nunca, y de aqui nuestra aficcion a querer a los animales a observar el vuelo de cualquier ave rapaz que se acercaba a muy poca altura para capturar a su presa.
Otro gran entretenimiento era acompañar a los podadores, y ver com podaban una encinapara descrgarla de ramas o como se limpiaba un alcornoque, alque habia que quitarle muca menos leña para no hacerle daño, para que pudiera seguir produciendo corcho y bellotas. Relacionado contodo esto estaba el aprobechamiento de la leña delgada para la lumbre de chimenea y las cocinas de casa, la leña grande para los hornos de carbon vegetal, dedicando la taramas a la quema para la fabricacion del picon, tan apreciado entonces apara las mesas de camilla.
Es por eso que cuando se nos dice que hay que conservar estos espacios porque merece la pena, nos sentimos orgullosos de haber sido protagonistas de esas consecucion, aveces poco entendida por quienes querian una mayor sobreexplotacion.
No existen superficies en España de estas caracteristicas, donde la compatibilidad y desarrolo economico y social y la consevacion de los usos tradicionales sehayan simultaneado mejor que en Sierra De San Pedro, de los que nos sentimos muy orgullosos quienes, durante tantas generaciones hemos colaborado a este fin.
Una parte del capitulo esta narrado en primera persona y es este:
Desde que tengo uso de razon, los fines de semana, y periodos vacacionales, salvo raras excepciones lo he pasado en el campo, gran aficcion de mis padres, y por tanto nuestra residencia haitual en estos periodos de tiempo.
Nos gustaba acompañar a los pastores, aprender a conducir carretas de bueyes o carros de mulas, ir a buscar criadillas de tierra, coger higos de las huertas, subir a la sierra a por madroños y no aburrirnos nunca, y de aqui nuestra aficcion a querer a los animales a observar el vuelo de cualquier ave rapaz que se acercaba a muy poca altura para capturar a su presa.
Otro gran entretenimiento era acompañar a los podadores, y ver com podaban una encinapara descrgarla de ramas o como se limpiaba un alcornoque, alque habia que quitarle muca menos leña para no hacerle daño, para que pudiera seguir produciendo corcho y bellotas. Relacionado contodo esto estaba el aprobechamiento de la leña delgada para la lumbre de chimenea y las cocinas de casa, la leña grande para los hornos de carbon vegetal, dedicando la taramas a la quema para la fabricacion del picon, tan apreciado entonces apara las mesas de camilla.
Es por eso que cuando se nos dice que hay que conservar estos espacios porque merece la pena, nos sentimos orgullosos de haber sido protagonistas de esas consecucion, aveces poco entendida por quienes querian una mayor sobreexplotacion.
No existen superficies en España de estas caracteristicas, donde la compatibilidad y desarrolo economico y social y la consevacion de los usos tradicionales sehayan simultaneado mejor que en Sierra De San Pedro, de los que nos sentimos muy orgullosos quienes, durante tantas generaciones hemos colaborado a este fin.