HISTORIA DE TENERIFE. LOS MENCEYES.
LOS MENCEYES, obtenía el titulo por parte del padre y eran elegidos por un consejo llamado Tagoror, realizando el juramento mediante una ceremonia que consistía en besar un hueso del mas antiguo rey de su linaje ante el Tagoror. El hueso representaba el linaje y mediante el rito quedaba legitimado el nombramiento.
Se casaban con personas de su misma familia, y por lo tanto de su mismo rango, con lo que sostenía una estructura selectiva de marcada endogamia de linaje.
Como jefes supremos del territorio dirigían todas las manifestaciones colectivas de la comunidad, tanto en el orden militar como civil. En el caso militar eran los Jefes de la Guerra y en el caso civil cubrían numerosas vertientes: religiosa, participando en el ceremonial en aquellas situaciones de calamidad publica que ponían en peligro la propia existencia del colectivo como por ejemplo las sequías; política: convocaban y presidían el Consejo del Territorio en aquellos casos en que era necesario oír su opinión como órgano de ayuda al gobierno. Por ultimo en Justicia, dirigiendo su administración cuando esta hubiera sido controvertida: robos de ganado, asesinatos, etc..
SALUDOS.
En cuanto a los derechos del Mencey genera una serie de sentimientos y contraprestaciones por parte de los habitantes del Menceyato entre los que habría que destacar el de gratitud, al entender que viven en las tierras gracias a su generosidad, lo que viene a reforzar su autoridad, creando un sentimiento a su vez de lealtad y acatamiento. Por otro lado el Mencey estaba obligado a proporcionar una serie de garantías mínimas que asegurasen el habitante tanto su integridad como su existencia y la de su familia. Así pues debía proteger a la comunidad, con la ayuda del Tagoror, contra los infractores de la ley ejerciendo de juez supremo en todas sus querellas; dar a cada cabeza de familia, incluido él mismo, tierras suficientes para cultivar y de pastos para el ganado. Como contrapartida, adquiere una serie de derechos como la participación en los excedentes de cosecha y de ganado.
LOS MENCEYES, obtenía el titulo por parte del padre y eran elegidos por un consejo llamado Tagoror, realizando el juramento mediante una ceremonia que consistía en besar un hueso del mas antiguo rey de su linaje ante el Tagoror. El hueso representaba el linaje y mediante el rito quedaba legitimado el nombramiento.
Se casaban con personas de su misma familia, y por lo tanto de su mismo rango, con lo que sostenía una estructura selectiva de marcada endogamia de linaje.
Como jefes supremos del territorio dirigían todas las manifestaciones colectivas de la comunidad, tanto en el orden militar como civil. En el caso militar eran los Jefes de la Guerra y en el caso civil cubrían numerosas vertientes: religiosa, participando en el ceremonial en aquellas situaciones de calamidad publica que ponían en peligro la propia existencia del colectivo como por ejemplo las sequías; política: convocaban y presidían el Consejo del Territorio en aquellos casos en que era necesario oír su opinión como órgano de ayuda al gobierno. Por ultimo en Justicia, dirigiendo su administración cuando esta hubiera sido controvertida: robos de ganado, asesinatos, etc..
SALUDOS.
En cuanto a los derechos del Mencey genera una serie de sentimientos y contraprestaciones por parte de los habitantes del Menceyato entre los que habría que destacar el de gratitud, al entender que viven en las tierras gracias a su generosidad, lo que viene a reforzar su autoridad, creando un sentimiento a su vez de lealtad y acatamiento. Por otro lado el Mencey estaba obligado a proporcionar una serie de garantías mínimas que asegurasen el habitante tanto su integridad como su existencia y la de su familia. Así pues debía proteger a la comunidad, con la ayuda del Tagoror, contra los infractores de la ley ejerciendo de juez supremo en todas sus querellas; dar a cada cabeza de familia, incluido él mismo, tierras suficientes para cultivar y de pastos para el ganado. Como contrapartida, adquiere una serie de derechos como la participación en los excedentes de cosecha y de ganado.