CRONICA SOCIAL-. UN VENAO DEPRESIVO.
Nos situamos en un cortijo de nuestras sierras donde su propietario invito al príncipe de Macunda de nombre Yuyu, acostumbrao a grandes cacerias con útiles de caza poco sofiticados al que se le hace entrega de una escopeta de caza de fácil manejo.
El príncipe Yuyu con casi sus dos metros de altura y su color negro, a Agapito el guarda, cada vez que lo tiene próximo no se encuentra muy a gusto, ya que le transmite susto, magia negra, y algo de temor. Saliendo el príncipe con su anfitrión al campo mas cercano para enseñarle el manejo del arma en una tarde soleada después que momentos antes había caído una tormenta de granizos como gorrones, al primer disparo se cobra dos liebres, por lo que se deduce que acabo con el amor que estaban practicando los dos animalitos, este fue el tema de conversación después de la suculenta cena, tan grande era su euforia mojada con la ingestión de bastante alcohol, que manifestó al resto de comensales y contertulios el deseo de tener la misma muerte que las liebres, alguien de la mesa un poco alterao le pregunto ¿Cómo de un tiro?, a lo que Yuyu respondió, ¡no hombre no ¡, apuntillo,”haciendo el amor “ (las carcajadas fueron interminables).
Llego la mañana y el comienzo de la montería, siendo el príncipe acompañado por dos de sus mujeres y sus anfitriones, no había terminado de acomodarse en el puesto le entro “el venao deprimido” no dándole tiempo a hacerse con el, se le pone otra vez a tiro, el príncipe dispara no alcanzándole, se da la vuelta y aproximándose al puesto, otro tiro que ni le rozo, el venao cabreao con la mala puntería, le echa una mirada que se le podía leer “olvídate de mi fallon, me largo al puesto siguiente porque contigo no hay ciervo que termine con su depresión”, una bala solitaria cumplió con los deseo ……
Yuyu marcho a su país Macunda, y nunca mas sujeto en sus manos un arma de fuego,
Quiero pensar que estos relatos que tienen protagonistas fisticios, hayan tenido un final feliz, y el amigo Yuyu los superaras …. es lo que hay……..
SALUDOS.
Nos situamos en un cortijo de nuestras sierras donde su propietario invito al príncipe de Macunda de nombre Yuyu, acostumbrao a grandes cacerias con útiles de caza poco sofiticados al que se le hace entrega de una escopeta de caza de fácil manejo.
El príncipe Yuyu con casi sus dos metros de altura y su color negro, a Agapito el guarda, cada vez que lo tiene próximo no se encuentra muy a gusto, ya que le transmite susto, magia negra, y algo de temor. Saliendo el príncipe con su anfitrión al campo mas cercano para enseñarle el manejo del arma en una tarde soleada después que momentos antes había caído una tormenta de granizos como gorrones, al primer disparo se cobra dos liebres, por lo que se deduce que acabo con el amor que estaban practicando los dos animalitos, este fue el tema de conversación después de la suculenta cena, tan grande era su euforia mojada con la ingestión de bastante alcohol, que manifestó al resto de comensales y contertulios el deseo de tener la misma muerte que las liebres, alguien de la mesa un poco alterao le pregunto ¿Cómo de un tiro?, a lo que Yuyu respondió, ¡no hombre no ¡, apuntillo,”haciendo el amor “ (las carcajadas fueron interminables).
Llego la mañana y el comienzo de la montería, siendo el príncipe acompañado por dos de sus mujeres y sus anfitriones, no había terminado de acomodarse en el puesto le entro “el venao deprimido” no dándole tiempo a hacerse con el, se le pone otra vez a tiro, el príncipe dispara no alcanzándole, se da la vuelta y aproximándose al puesto, otro tiro que ni le rozo, el venao cabreao con la mala puntería, le echa una mirada que se le podía leer “olvídate de mi fallon, me largo al puesto siguiente porque contigo no hay ciervo que termine con su depresión”, una bala solitaria cumplió con los deseo ……
Yuyu marcho a su país Macunda, y nunca mas sujeto en sus manos un arma de fuego,
Quiero pensar que estos relatos que tienen protagonistas fisticios, hayan tenido un final feliz, y el amigo Yuyu los superaras …. es lo que hay……..
SALUDOS.