¿tienes un negocio?

MEMBRIO: Hemos participado esta mañana en la consecución del...

Ley dias atras una pequeña historia sobre la venta ambulante, que trata de años atras y que mucho de nostoros aunque no la hemos vivido en tercera persona seguro que la hemos oido a nuestroa abuelos. Quisiera compartirla con vosotros.

Eran los años de la posguerra, del hambre y el trapicheo. Pero eran sus años de infancia, no tenía otros y no podía escoger.
En el pueblo el futuro tenía un color muy apagado y como tantas otras familias marcharon hacia la capital, publicitada como el progreso y el desarrollo. Allí tampoco estaban fáciles las cosas, y aunque pareciera imposible, la vida se las ingenió para complicarse un poco más. No sólo faltaba el trabajo sino que faltaba la familia a la que acudir o el huerto que cultivar. Se buscaron mil maneras de salir adelante hasta que atinaron con una que les permitió buenos años de trabajo: fueron comercializadores de proteína animal, de calidad y barata. Gracias a sus contactos se hacían traer huevos del pueblo, que de uno en uno, o de docena en docena, vendían en los barrios más humildes de la ciudad. Con la ayuda de Nano, el burro que tiraba del carro; y del carro que cargaba vendedor y huevos. El día que el padre enfermó le pidió que se encargara del negocio, que no era complicado, que tu deja que Nano te lleve, que él sabe de esto, que dónde se pare allí será que tienes que bajar a entregar los huevos y cobrar. Que no tendrás problema -fue todo lo que le explicó. Así, de la noche a la mañana dejó la infancia para convertirse en empresario de la agroindustria. Con un burro como maestro y un carro como tecnología.
Todo parecía salir como le habían indicado. En los subes y bajas del barrio de el Polvorín, Nano ejercía perfectamente su papel. Frente a las puertas donde el burro se detenía, siempre salía una señora o un señor interesado en su mercancía. Eran ventas concertadas y aseguradas.

Frente a una casa -que también hacia las veces del comercio para el barrio- el burro se paró, y apareció el dueño interesado en 10 docenas de huevos. Rápidamente se cerró el trato. Pero Nano no arrancó su marcha habitual. Tozudo y emburrado no quería moverse, mientras en el dintel del comercio-vivienda, el comprador de huevos no podía dejar de sonreír. Tu socio espera su ‘margen comercial’ -dijo mostrando una zanahoria en su mano. Eran tiempos de ‘mordidas’, de estraperlo alimenticio.

"Pero todo ha cambiado, y ahora, las mordidas son a gran escala, son especuladores profesionales, que de las zanahorias hacen oro. Por cada uno de sus mordiscos, miles de seres humanos se quedan sin comer".

FALCO, saludos, es verdad los listo que son los animales y eso que son llamados burros, pero en tiempos de nuestros padres cuando trabajaban en le campo, nos contaban historias que algunos se dormían durante el trayecto hacia donde fueran y el animal si era un recorrido habitual no se desviaba del camino y se paraba en su destino.
Saludos

Hemos participado esta mañana en la consecución del Record Guinness, despues de haberlas limpiado y ya con aceite nos hemos comido las anchoas en bocadillo con una cerveza en un bar de la plaza de Santoña.
Saludos

SANTOÑA, 1 (EUROPA PRESS)
La localidad cántabra de Santoña ha batido este domingo el récord mundial de soba artesanal de anchoa, al conseguir reunir a mil personas realizando al mismo tiempo este proceso artesanal con el que se elabora el bocarte para convertirlo en los populares filetes de anchoa.
Las calles de Manzanedo y Cervantes han sido testigos de este récord con el que se ha puesto en valor este producto y las manos artesanas que cada día trabajan el bocarte en las fábricas de conservas de Santoña y Cantabria.
La soba de anchoa ha comenzado a desarrollarse a las 13.15 horas, dirigida por el cocinero Joseba Guijarro. La organización ha facilitado a los participantes el material (tijeras, espátulas, platos, cestos, servilletas y aceite).
Según informa el Ayuntamiento en nota de prensa, este récord ha sido atestiguado por el notario Emilio González Madroño, que ha dado fe del acto. Ahora, el Consistorio remitirá toda la documentación a Guinness para que el récord entre en la historia.
La alcaldesa de Santoña, Puerto Gallego, ha destacado la "importancia de este récord" para la villa y para toda Cantabria. Además, ha agradecido la participación de todas las personas que se han acercado a la localidad para apoyarles en este día, ya que sin ellas no se habría logrado este récord.
'The largest group of people preparing Anchovy fish', nombre con el que el Guinness ha catalogado este récord, ya forma parte de la historia de Santoña.