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MEMBRIO: ¿Como se vive en una encomienda, de una dehesa extremeña?...

En esta excursion de Caceres a Valencis de Alcantara-grandes dehesas y pequeño pueblos- el campo lo es todo y el pueblo apenas nada. Siendo apenas el pueblo ¡imaginese la escuela!. Vengo con dos maestros de Caceres D. Angel Rodriguez, y el otro D. Jose Gabriel Roman, son honra del magisteriO cacereño. Pero ¿que hacemos aqui los tres, perdidos en medio de una infinita soledad; kilometros y kilometros, mejor dicho: leguas y leguas de encinares y alcornocales baldios y dehesas? Los que venimos buscando -escuelitas de pueblo- es cosa de tan poco aprecio que casi valdria igual buscar nidos entre los surcos. Los pueblos son muy pocos: Herreruela, Salorino y Membrio... Para llegar a alguno de ellos ahy que dejar la carretera y entrarse casi a campo traviesa. Todos tienen fuerte sabor a jara, la vida es primitiva, es rudimentaria, sencilla y sana entre estos meses frios. Cuando llega el verano, la tierra sientre fiebre y en el crepusculo se llena el aire a murcielagos y fantasmas.

Asi comienza el relato del viaje que realizo el periodista Luis Bello en el año 1927 a la comarca de Valencia de Alcantara para conocer en persona como eran las escuelas, los meaestros y en que condiciones realizaban su trabajo, son pequeñas y curiosas anecdotas que ire "desgranando".
Un saludo FALCO

Guardan al pueblo unos olivares que salen al camino. Los olivos, la torre chata de la iglesia, un palacete modernizado y una escuelita pobre son la flor de este pueblo, que no llega a mil habitantes. El alcalde del lugar es maestro. Se llama D. Severiano Nuñez Joven, resuelto y lleno de grandes propositos. Este arroyo que ahorta pasamos por un vado de piedras pronto tendra un puente. Estas charcas quedaran saneadas. Aqui precisamente en los olivares, se construiran las escuelas nuevas. Hay dinero en las arcas del ayuntamiento, por que hay honradez. Pero ¡claro! el pueblo es pobre. Si los lectores quieren saber como viven los vecios de este pueblo, yo le contestare en dos palabras"muy mal". ¿y los grandes encinares, y las riquisimas dehesas? Eso todo va fuera. De las 25.000 pesetas que paga el pueblo por contribucion territorial, corresponden 17.000 al hacendado forastero. El mayor terrateniente no hace dos vistas al año, y cuando va no entra en el pueblo: se queda en una casa que tiene cerca de la estacion. No cultiva por si, sino que arrienda las fincas al mejor postor, y estos la subarriendas a buenos precios, solo cultivan por si mismo los que se quedan con parcelas pequeñas. Los jornaleros emigran a Badajoz o Sevilla, Cuando pueden, salen a carbonear al campo, llevandose a la familia. Cuando no vienen al pueblo dos o tre meses al año. Esta miseria es la que rinde a sus hijos un termino extenso, plantando desde muy antiguo encinar y, sobre todo, de ricos alcornocales, que llega hasta cerca de la sierra. La misma sierra, via ferrea adelante, no vale nada; ni para montanera. Pero hay mucha tierra buena donde la jara es tan alta que tienen que ir abriendo con el "seguron". De otra manera se enzarza el monte bajo, que no pueden pasar las bestias con la corcha. Y habra, ademas, medios de hacer rendir mayores y mejores frutos al suelo cuando este limpio y cuando otro regimen de propiedad traiga otro tipo de cultivo.

Es la narracion que hace el periodista Luis Bello en 1927 sobre el pueblo de Herreruela, en su libro Escuelas de España, son relatos que nos llevan a la edad de cuando nuestro abuelos empezaban a trabajar y como muchos cambiaron las escuelas por un jornal. Os seguire contando en mas "capitulos".
Saludos FALCO

Las siete octavas partes del termino de Membrio pertenecen a forasteros. Hemos pasado, antes de llegar al pueblo, por Cantillana la Nueva, finca de D. Jose Becerra, del cual todos hablan con afecto. Mas alla estan Cantillana la Vieja y el Turuñuelo. Pero Membrio desde muy antiguo vive, entregado al feudo. Todo en èl es legendario. todo tiene raices historicas que nadie quiere arrancar ni con el pensamiento. No disfruta en realidad de termino municipal por estar enquistado en la finca de Claveria, que comprende, en una sola linde, dieciocho mil fanegas de marco real. Hay un gran palacio que vale millones. Una gran charca que va entreteniendo las fiebres paludicas. El pueblo es grande -mas de dos mil habitantes- destartalado y pobre.
Saludamos a don Juan Cilleros, el maestro y nos enteramos de los trabajos de doña Julia Guijo, la maestra. Esta señora que es de brozas tierra de politicos, guerreros y fundadores, al llegar a Membrio no quiso conformarse con dar clase a mas de cien niñas en un tinado, ni con el local que le regalo el ayuntamiento,"el Muguiro antiguo". Consiguio que hiciera la escuela, por su cuenta, un maestro carretero y que le arrendara el local al Concejo. Y como asinten 116 niñas -Ya he dicho que el pueblo es grande y pobre y, por tanto, prolifico-, Doña Julia da clase por la mañana a tres grupos de menores, y por la tarde a dos grupos de mayores. De esta manera ha resuelto, no uno, sino varios problemas dificiles, y todas las madres de Membrio quedan contentas. Poco o menos alumnos tendra a su cargo hoy D. Juan Cilleros, que esta solo para una poblacion cada dia mayor.! Gente buena la de Membrio, como la de todos estos lugares Extremeños que ya ni consideran virtud la resignacion!.

En estos terminos se expresaba el periodista que -alla por el 1927- visito nuestro querido pueblo e hizo una valoracion escrita de como trabajaban los maestros por aquella epoca. A todos nos suena el nombre del maestro por tener dedicada una de las calles y plazas del pueblo, la de la maestra doña Julia seguro que algunos de nuestros mayores nos contaria encantados los avatares de esta "señora", y por que no tiene dedicado ninguna calle o centro publico. Ya os seguire contando en mas capitulos. SALUDOS FALCO

En Valencia de Alcantara me contaron la historia -triste- de la finca Casillas, donde un ingles, Mr Jorge W. Robinson, llego a establecer un buen regimen de colonia. Pero Mr. Robinson se tuvo que ir desalentado al Canada, y sobre su humanitaria instituion pasAron las ciervas y los jabalies. Los nuevos dueños empezaron a despachar a los colonos. A cincunta duros por familia como indemnizacion. ¡fuera! Todo se deshizo. En el poblado quedaron guardas y peones.
En el vedado, nadie. Asi estan ahora la Misericordia, el Madero, el Maderito, Piejunta. Magnificas extensiones de buena tierra que produce lo que ella quiere y como ella quiere, cultivada a la antigua, con lujo. El mayor lujo de nuestro tiempo consiste en dejar fuerzas sin empleo, tierras sin trabajo y antiguas enconmiendas historicas reducidas a cotos de caza.

Un relato más -esta vez mas corto- del periodista Luis Bello (1927) en su "peregrinaje" por tierras de nuestra comarca, quizas muchos de nuestra generacion no sabiamos (el que escribe se incluye) que todas esas grandes y pequeñas fincas en su dia fueron pequeñas colonizaciones. Seguire contando en mas "entregas".
! ESPERO QUE LAS G. A. E. S ¡NO PIDAN LA "LIMOSNA" CORRESPONDIENTE

UNA DEHESA EN EL CAMINO

Màs allà de Salorino y de Membrio, hacia Poniente -no hay que preguntar,- siguen pasando encinares, robledos y alcornocales. Me imagino a caballo, como en los viajes clàsicos, jornadas enteras caminando sin salir de una sola encomienda; es decir, de una sola propiedad. Viales de altura por entre un ocèano de tierra roja en donde flota la arboleda, interminable, infinita... Como esta idea del infinito en la cinta de una carretera es dificil de soportar, distraerè la monotonia de la marcha refiriendo como es una de estas heredades, a derecha o izquierda por ejemplo: Cantillana la nueva, que dejamos atra antes de llegar a Membrio.
Cantillana esta limpia de jarales. Pasada la verja, se abre un campo despejado, con hierba y caminos entre la hierba, como un jardin ingles. Cuando hayàis dado veinte pasos hacia el cortijo que asoma con sus paredes blancas y su tejadillo moro en un altozano, saldrá ladrando, deteniendose y volviendo a avanzar, un enorme mastin, que no sabeis si biene de buenas o de malas, pero que a nadie puede ladrar sino a vosotros, sois los unicos intrusos en el parque de Cantillana. El mastin comprende que la visita es amistosa, porque de otro modo no encasaria. Vereis una casa sencilla, y dando guardia de honor a la entrada una serie de dependencias, cada una con su puerta y su ventana al patio, pero todas cerradas, nadie rebulle en el corral de Cantillana. Si no fuera por los perros y por las gallinas, diriais que le cortijo esta abandonado. Llamais. Nadie responde.
Suena vuestra voz en el gran silencio de la dehesa como si se extendiera en la atmosfera virgen de un planeta nuevo. Y cuando ya estais bien traspasados de la quietud y de la soledad campesina, la puerta, misteriosamente se abre. Encontrareis un buen fuego de leña, un butacon hospitalario y un amigo.

Seguro que mas de uno, habra vivido una experiencia similar a la del periodista que narra con todo detalle su paso por esta comarca tan castigada por el feudalismo. Os segurire dando mas detalles en proximos capitulos.
Que paseis buena tarde. Saludos FALCO

¿Como se vive en una encomienda, de una dehesa extremeña? La contestacion del señor, del ecomendero, ha de ser, naturalmente, distinta que la del hombre del campo, atenido a su trabajo y a su jornal. En Cantillana la Nueva todo esta bien, desde el corral hata la capilla. Sale de los tinados olor a mosto y a matanza. Si entramos en esas puertecitas bajas de "la corte" veremos que aquello tiene mucho fondo, y que alli dentro estan los almacenes generales de la salchicheria regional, con grandes secciones y apartijos dedicados a las innumerables transformaciones del cerdo. Hay muchas cosas en que pensar y en qué tabajar si se quiere poner en orden una dehesa. Lo primero quiar la jara. Luego cercarla: levantar centenares de kilómetros de tapiales que aseguran la explotación. Y cuando ya está todo limpio y ordenado, ¿qué hacer? ¿arrendarlo? Por desgracia esto es lo más cómodo para el propietario. Alguien tiene que mediar; alguien tiene que encargarse de subarrendar. Toda la población -muy numerosa- de estas dehesas, vive esparcida por el campo; pero son pocas las familias habitan las casas del monte o en chozas. Las familias siguen en los pueblos. Casi todos los hombres van y vienen, menos guardas, operadores y criados de confianza del dueño o de los arendatarios, que tienen en sitio fijo su trabajo y de vigilancia. Bien podrian recorer estas dehesas "enseñaores" y "perrileros" como los de Jerez y los de los lagares malagueños; pero tendrian que andar mucho y sacarian poco. El dueño de Cantillana la Nueva que es bondadoso y comprende la necesidad duda entre traer un maestro o un capellán que sirva al mismo tiempo la capilla y la escuela.

Esta narracion data del año 1927 cuando el periodista Luis Bello paso unas jornadas comprobando la vida de la gente que habitaban las encomiendas. Seguro que mas de uno de los que nos leen y escriben recordaran a su parroco y maestro.
Yo si recuerdo que muchos de los niños que vivian en estas encomiendas solo los veiamos por las calles del pueblo en fechas muy señaladas y en alguna que otra celebración. Un abrazo para todos ellos.

UN SALUDO: FALCO
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Esta es una dehesa donde la dureza de las costumbres se ha dulcificado ya mucho. Hay otras bravías, donde la jara puede mas; Y precisamente ahora corremos de Salorino a Valencia de Alcantara por el corazón de una de esas fantásticas encomiendas. No saben todos que la encomienda desde las luchas fronterizas, comprende millares de fanegas; que se llama dehesa a la heredad que comprende ya un millar de fanegas y quinto la que pasa de quinientas. Pero la finca de Garay, por ejemplo, ya cerca de Valencia ... (ver texto completo)