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HISTORIAS DE PIRATAS -. LOS VIKINGOS

Rutas y años de la era vikinga. Aunque este pueblo permaneció sumido en luchas internas durante varios siglos, en 793 realizan el primer ataque en la costa norte de Inglaterra y dos años después en Irlanda.

Desde esa fecha hasta poco después del año 1000, los pueblos del norte efectuaron todo tipo de incursiones en el mar del Norte, el Cantábrico y el Mediterráneo (tanto oriental como occidental). El radio que alcanzaban sus excursiones fue aumentando progresivamente, según crecían sus conocimientos de la costa y los ríos navegables.
No existe una postura unánime entre los historiadores de la razón que llevó a algunos hombres del norte, no a todos, a ir de saqueo (vikingo viene a significar «el que va a saquear», o también «el que merodea por las costas»).[7] Los vikingos no solían vincular sus acciones a otros ideales que no fueran el conseguir riquezas, esclavos o tierras donde asentarse, ni tampoco solicitaban algún tipo de permiso a una autoridad superior que justificara sus acciones, como sería posteriormente el caso de los franceses e ingleses con sus patentes de corso. No obstante, la formación de grandes partidas para realizar ataques costeros coincide al menos con la época en que en Escandinavia la población comenzó a organizarse en reinos más o menos extensos y consolidados.

Modelo de barco vikingo. Las expediciones vikingas solían formarlas decenas o cientos de buques navegando y atacando juntos; en contraposición con otras anteriores y sobre todo con las posteriores en el Mar Caribe, donde lo frecuente eran ataques de pocos barcos o incluso de uno solo. Debe tenerse en cuenta que un drakkar vikingo podía transportar unos 32 o 35 hombres, como lo atestigua el Barco de Oseberg encontrado en la granja Oseberg de Vestfold, Noruega en 1903.[8]

Un ejemplo de estas expediciones lo tenemos en las crónicas sobre la primera incursión vikinga a la península Ibérica en el 840. Un número indeterminado de naves bordearon la costa asturleonesa hasta llegar a la actual Torre de Hércules (su gran tamaño debió de parecerles importante) y saquearon la pequeña aldea emplazada a sus pies. Ordoño I tuvo noticias de la expedición y condujo a su ejército contra los vikingos, a quienes derrotó recuperando buena parte del botín y apresando o hundiendo entre sesenta y setenta de sus naves, lo que quizá no constituía ni la mitad de la fuerza desplazada por la expedición, como demuestra el hecho de que siguieron su campaña de saqueos

SALUDOS.