Pues nada, muchachote. Cuando vayas por el pueblo (si es que eres del pueblo; y si no eres, te acercas) te arrimas al calvo, que debe de ser muy viril, y le espetas lo de que te pone. Él suele parar por donde Juan Antonio. Y sí, no dudes de que te vaya a poner…mirando p’a Salorino de una guantá. ¡Tiene tela la cosa! Cuando se lo diga a Emilio, le da un pasmo. Saludos a los de siempre. PC
Amigo P. C. ¿como te gusta meterte tanto en los charcos? y encima sin catiuscas. Un abrazo muy fuerte de Reondo. P. D. ¿supongo que iras por Semana Santa?.