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MEMBRIO: LAS COSAS DE JUAN MAIRENA....

LAS COSAS DE J. DE MAIRENA
¡Buenos días! Aprovechando la dinámica de los movimientos “espontáneos” y que tengo el buzón de mi casa “atascado” de papeles, como supongo le ocurrirá a la mayoría de los mortales, echo mano de mi apócrifo maestro (Ese al que siempre añoro, pero nunca tuve) -y de paso me acuerdo de todos los maestros y maestras a los que tanto quiero-
Mi apócrifo maestro, no sigue los parámetros que le marca el Ministerio- en ese aspecto es un poco anárquico- por eso, cuando finaliza las lecciones de matemáticas, lengua, retórica, suele pasarse por el edificio de los proverbios. Algún que otro alumno- bastante más espabilado que yo- le hace preguntas y le pide consejo. Él, humilde donde los haya, siempre se refiere a lo que su maestro- un tal Abel Martín- le enseñaba respecto a la pedagogía.
Hoy, su genialidad me ha asombrado ante la pregunta de Rafael- uno que se sienta en el pupitre de mi derecha- Trató sobre el “hombre público”. He aquí su respuesta:
<<Al hombre público, muy especialmente al político, hay que exigirle que posea las virtudes públicas, todas las cuales se resumen en una: FIDELIDAD A LA PROPIA MÁSCARA. Un hombre público que queda mal en público es mucho peor que una mujer pública que no queda bien en privado.
Reparad en que no hay lío político que no sea un trueque, una confusión de máscaras, un mal ensayo de comedia, en que nadie sabe su papel.
Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara sea, en lo posible, obra vuestra; hacéosla vosotros mismos, para evitar que os la pongan- que os la impongan- vuestros enemigos o vuestros correligiosos; y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro, porque, más tarde o más temprano, HAY QUE DAR LA CARA>>
Saludos. PC

LAS COSAS DE JUAN MAIRENA.

Dijo Dios: Brote la nada,
y alzó la mano derecha
hasta ocultar su mirada.
Y quedó la nada hecha.

Que tengas un feliz fin de. Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
LAS COSAS DE JUAN DE MAIRENA
<< Amar a Dios sobre todas las cosas- decía mi maestro Abel Martín- es algo más difícil de lo que parece. Porque ello parece exigirnos: primero, que creamos en Dios; segundo, que creamos en todas las cosas; tercero, que amemos todas las cosas; cuarto, que amemos a Dios sobre todas ellas. En suma: la santidad perfecta, inasequible a los mismos santos>>
No sé, AENCINA, qué papel me habéis reservado para la obra próxima del próximo estío. Es de imaginar que leeré con el ... (ver texto completo)