MEMBRIO: Yo, que me tengo por un aprendiz de casi todo, me doy...

Hablando de maestros. Cuenta mi maestro- y yo, discipula suya, con la admiración que siento por él, lo escucho con atención-, que un día, un insigne profesor, de apellido Cajal, fue preguntado por un alumno. El alumno, ante la respuesta del profesor, quedó sin saber nada, estupefacto, en absoluto silencio. El profesor, espero unos minutos, y al ver que seguía sin decir nada, le preguntó: << ¿Tiene usted algo que añadir a su brillante disertación?>> A lo que el alumno, respondió: << Etc, etc, etc.>>
Un saludo y buenas noches.

Yo, que me tengo por un aprendiz de casi todo, me doy cuenta que no aprendo casi nada. Creo, amiga anónima (Lo de miembra, es cosa de Gustavo Bueno) que tengo la maniática manía de tener muchos maestros; el tener muchos maestros hace que te vuelvas loco, porque no me dejan margen para la cosa autodidacta- ¡Ni falta que hace!- Y, sabemos que lo que no es, no es, y además es imposible que sea. Por tanto, anoche- que no tenía sueño- me puse a escuchar la lectura de cuatro maestros; estaba emocionado con uno y, de pronto, me saltaba a otro; y, así sucesivamente. No sé porqué, de un tiempo a esta parte, no finiquito lo que comienzo- sobre maestros hablando- es como si notase que me falta tiempo. Claro que los maestros se las traen. Pero, la conclusión es que no me entero. Saludos cordiales. ¡Leches, que casi me confieso! PC
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
PC, tú si que eres un maestro, da gusto leerte cuando te inspiras, que es casi siempre.
Es cierto que aveces queremos aprender tanto que no nos enteramos de nada, de todas formas tenemos tanta información que no damos a basto.
Saludos
Tengo yo, amigo, por las noches y al contrario que tú, la sensación de haber aprendido mucho (suelo ir también, de maestro en maestro), y, por ende de saber menos. Creo que sé tan poco y tan importante es para mí el tiempo, que suelo no hablar cuando los que están a mi lado saben más- para no perderlo-. Pero lo mismo me ocurre, y con mayor motivo, cuando estoy entre necios. Un abrazo.