Efectivamente, compañero CALAMBU, el pozo de mi abuela- El Tinte- En verano iba la gente a por agua; mi abuela Fructuosa apuntaba los cubos en la pared, para lo de las perras gordas. Es un pozo que tiene el agua sosa y clarísima. Muy buena para endulzar aceitunas. Jamás se secó. Mi abuela- una mujer, por cierto, excepcional- llenaba de agua el barreño de zinc y lo ponía al sol para que se calentase. Una vez caliente, nos bañábamos en el corral. Después nos daba el bollito. Cuando nos justábamos los primos la liábamos buena. Gracias, CALAMBU, por hacerme recordar. Saludos. PC