Sobre la real democracia. Para saber de la existencia de la democracia, nada mejor que leerse a Tucídices en su "Historia de la Guerra del Peloponeso"- lo recomiendo a los que se aburren-, algún párrafo de Platón (que con ironía nos habla de la sabiduría de los atenienes) y también, cómo no, alguno más de Aristóteles. Sólamente con esto, y sin aporías ni falacias, es suficiente para enteder que ésta es real y además, contingente. Para Santo Tomás Dios era necesario, y por tanto, no contingente. La democracia es tan real como lo son los hombres, y tan ideal como lo son los dioses. Esto es sobre su existencia. Sobre su esencia: non intratur in veritatem nisi per caritatem. Un abrazo para F. Javier, y buenos días a todos.