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MEMBRIO: ¡CORAZONA! Buenos días. Ahora que vuelvo de unos asuntos,...

a mi querida encina que ya mismo saldra a ventilara
a bae, falco, virgo, tasio y mi querido PC, alos mañaneros mas residuos bon dia, y los que entraran, muy buenos dias

Te has dado cuenta de que nos has llamado RESIDUOS? A FALCO le dices Residuo? Te perdono porque supongo que estabas poco espabilado. Hasta luego.

Buenos días, querida mía. No te metas con mi amigo LOREN, que hoy no ha puesto ningún Santo de Córdoba (Se tiene que estar por allí de lujo) Trochando p’a Zaragoza, a mitad de camino de Madrid, aproximadamente, en Santa María de Huerta, hay un convento Cisterciense (Lo digo por la Santa Holandesa) Es una maravilla arquitectónica. Allí hay una hospedería y puedes quedarte. El único inconveniente- si es que puede llamarse así- es que te hacen llevar una vida monacal; oración, recogimiento, levitación, meditación, etc., Lo dirigen los propios monjes (Son de San Benito, creo) Así que si te apetece, ya sabes. A mí, lo que más me gusta de los monasterios- al margen el arte, lógicamente- es saltar la tapia a horas intempestivas. No sé porqué, pero le da un aire dieciochesco a la cosa muy sugerente. Cuídense Ustedes, que nadie lo hará en su lugar. Besos, abrazos, saludos, etc., PC

Buenos días corazón! pero a donde quieres ir tu! si no puedes ni con los papeles de un casamiento; primero cuídate, y luego ya se verá si puedes ir saltando las tapias de los monasterios. Cuídate que tienes que dirigir el Transiberiano, que aunque no visite las lejanas tierras rusas, seguro que es muy interesante. Te mando otro saco lleno, junto con un beso.

¡CORAZONA! Buenos días. Ahora que vuelvo de unos asuntos, te he leído. Hoy, con tu lectura, he sentido esa especie de dicotomía que te produce la lucha constante entre lo que piensas y lo que sientes. Por un lado, como siempre, la enorme alegría por el solo hecho de leerte; por otro, la triste realidad. Lo de las tapias de los Monasterios, como es obvio, es una especie de transmigración a otras estaciones emocionales. Si no fuese por el cerebro, que vomita imaginaciones, no seríamos nadie. Si ahora mismo, me diese por hacer semejante barbaridad, no dudo de que fuera directamente a una silla de ruedas. Gracias por recordármelo, Corazona…y, por supuesto, por el saco y el beso. Con la misma intensidad. PC