José Antonio recuerda con nostalgia la primera vez que tuvo que hacer la trashumancia del ganado. Tenía siete años y acompañó a su familia en el traslado de las ovejas desde una campiña cordobesa, hasta Cabra del Santo Cristo, en la Sierra Mágina de Jaén. Hoy, con 51 años, este ganadero, que explota una cabaña de 600 cabezas de ganado ovino, asiste con frustración e impotencia al declive de una práctica con siglos de vida y que ha sido clave para la conservación de la ganadería extensiva y de las razas autóctonas.
"Tienes que haber echado los dientes en este oficio para que sigas luchando por él, porque la rentabilidad es cada vez menor y las trabas para mantener la trashumancia aumentan día a día", admite José Antonio, mientras vigila a su ganado pastando cerca del pantano. Las trabas a las que se refiere este pastor son, principalmente, la desaparición progresiva de las vías pecuarias, que se crearon en el siglo XIII para el paso del ganado y que hoy se encuentran en un estado intransitable, cuando no directamente valladas, o invadidas por carreteras o embalses, y muchas veces rociadas con productos químicos tóxicos.
Los pastores buscan climas más templados y pastos en los meses invernales.
A principios de la década de los noventa cerca de 200.000 cabezas de ganado practicaban la trashumancia en el sur de la peninsula, la mayoría en las provincias más orientales. Pero hoy, a falta de censos oficiales, se sabe que las cifras son casi testimoniales. "No hay más de 20.000 cabezas que mantienen esa actividad, pero apenas la mitad sigue utilizando las veredas y vías pecuarias, el resto son transportadas en camiones", apunta Emilio, el otro pastor, que valora la contribución de la trashumancia al mantenimiento de corredores ecológicos y a la conservación de razas autóctonas (ovejas segureña y merina) y en peligro de extinción (cabras negra serrana y blanca andaluza).
Una forma de vida, de saber mantener el territorio, de proteger y conservar razas autotocnas, sera cosa del pasado, el desrrollo sin control esta poniendo en peligro todo un patrimonio cultural y lleno de vida.
"El mundo camina hacia un periodo de Robinsones".
SALUDOS... FALCO
"Tienes que haber echado los dientes en este oficio para que sigas luchando por él, porque la rentabilidad es cada vez menor y las trabas para mantener la trashumancia aumentan día a día", admite José Antonio, mientras vigila a su ganado pastando cerca del pantano. Las trabas a las que se refiere este pastor son, principalmente, la desaparición progresiva de las vías pecuarias, que se crearon en el siglo XIII para el paso del ganado y que hoy se encuentran en un estado intransitable, cuando no directamente valladas, o invadidas por carreteras o embalses, y muchas veces rociadas con productos químicos tóxicos.
Los pastores buscan climas más templados y pastos en los meses invernales.
A principios de la década de los noventa cerca de 200.000 cabezas de ganado practicaban la trashumancia en el sur de la peninsula, la mayoría en las provincias más orientales. Pero hoy, a falta de censos oficiales, se sabe que las cifras son casi testimoniales. "No hay más de 20.000 cabezas que mantienen esa actividad, pero apenas la mitad sigue utilizando las veredas y vías pecuarias, el resto son transportadas en camiones", apunta Emilio, el otro pastor, que valora la contribución de la trashumancia al mantenimiento de corredores ecológicos y a la conservación de razas autóctonas (ovejas segureña y merina) y en peligro de extinción (cabras negra serrana y blanca andaluza).
Una forma de vida, de saber mantener el territorio, de proteger y conservar razas autotocnas, sera cosa del pasado, el desrrollo sin control esta poniendo en peligro todo un patrimonio cultural y lleno de vida.
"El mundo camina hacia un periodo de Robinsones".
SALUDOS... FALCO
Es una pena como bien dices que están desapareciendo las cañadas, bueno hay que aclarar que yo pienso que no han desaparecido sino que ha sido usurpado un bien COMUN en benefcio de unos cuantos.
Según mi criterio el declive de las mismas es cuando pasaron a depender de las Comunidades Autonomas originando diecisiete maneras diferentes de poder defenderla para conservarlas como son que todas ellas esteban muy bien detalladas con su correspondiente cartografia para el que quiera poder replantearla por donde iban desde hace siglos.
Saludos
Según mi criterio el declive de las mismas es cuando pasaron a depender de las Comunidades Autonomas originando diecisiete maneras diferentes de poder defenderla para conservarlas como son que todas ellas esteban muy bien detalladas con su correspondiente cartografia para el que quiera poder replantearla por donde iban desde hace siglos.
Saludos
Malpa amigo, perdona no haberte contestado antes. MNe gusta tu argumento y no te lo rebatire. Me gusta cuando dices "ha sido usurpado un bien COMUN en benefcio de unos cuantos". El progreso trae esto y ahora mismo ya nos estamos lamentando. Aunque todavia quedan gente que siguen peleando con la administarcion para que todos estos rediles, vias precuarias, cañadas reales, y sobre todo reses de ganados autoctonas no desaparezcan.
No se trata de un personaje publico pero los que seguimos sus reportajes, entrevistas o alguna que otra conferencia, sientes una sensacion de volver al pasado, y nostalgia por no volver verlo. Mi recomendacion es la de JESUS GARZON, naturalista, comprometido con todo lo que rodea la trashumacia y el medio. Si os gusta este asunto os lo recomiendo.
Malpa amigo nos vemos muy pronto, Saludos FALCO
No se trata de un personaje publico pero los que seguimos sus reportajes, entrevistas o alguna que otra conferencia, sientes una sensacion de volver al pasado, y nostalgia por no volver verlo. Mi recomendacion es la de JESUS GARZON, naturalista, comprometido con todo lo que rodea la trashumacia y el medio. Si os gusta este asunto os lo recomiendo.
Malpa amigo nos vemos muy pronto, Saludos FALCO
Amigo FALCO
Siempre me han impresionado tus escritos, ya que comparto contigo todo lo que mencionas de la que se aprecia en nuestros campos.
Seguiré apreciando todo lo que tenga relación con la vida animal y vegetal no domino casi nada este cacharro para poder cortar y pegar en nuestro foro algunas cosas que se comentan en otros sitios.
Te invito a que entres en el Foro de ARCONES allí hay un colaborador que escribe como ARCONES de colaborador es un señor que vivió la trashumancia en persona´no solo un año sino que era su bforma de trasportar el ganado de su familia´hay tambien varios escritos sobre todo lo relacionado con el ganado las cañadas y todos los trabajos que se realizaban con el ganado.
Si supiera cortar y pegar lo emplearia en muchos de sus escritos para que todos podais gozar con muchos de sus relatos.
Saludos.
Siempre me han impresionado tus escritos, ya que comparto contigo todo lo que mencionas de la que se aprecia en nuestros campos.
Seguiré apreciando todo lo que tenga relación con la vida animal y vegetal no domino casi nada este cacharro para poder cortar y pegar en nuestro foro algunas cosas que se comentan en otros sitios.
Te invito a que entres en el Foro de ARCONES allí hay un colaborador que escribe como ARCONES de colaborador es un señor que vivió la trashumancia en persona´no solo un año sino que era su bforma de trasportar el ganado de su familia´hay tambien varios escritos sobre todo lo relacionado con el ganado las cañadas y todos los trabajos que se realizaban con el ganado.
Si supiera cortar y pegar lo emplearia en muchos de sus escritos para que todos podais gozar con muchos de sus relatos.
Saludos.
Hola MALPA, buenas noches, lo de la trashumancia tiende a desaparecer, solo como cuenta FALCO, hay casos como de exhibición de lo que fue y no volverá por las circunstancias, mejores medios de transportes y mas cómodos. Yo ya he contado en alguna ocasión en este foro, que me tocó ir de zagal con 17 años desde los campos de Alcantara hasta Arroyo de la Luz que cogimos el tren, y fuimos hasta la estación de Cistierna en León, fuimos varias jornadas luego a través de las cañadas hasta el Puerto de San Isidro, en la provincia de León.
Comíamos y dormíamos a la intemperie, también nos tocó soportar algún día de lluvia, todo el día caminando, los burros para llevar el jato y el dueño de las ovejas nos esperaba en algún pueblo por donde pasábamos, ahora lo recuerdo con nostalgia, pero para mí aquella experiencia fue muy dura, había dormido alguna noche en la era con mi padre en el pueblo, pero la cama era mullida con la paja, sin embargo de trashumancia la cama era una manta en el suelo y cierto que de cansado que iba dormía como un lirón.
Para mí fue como ver otro mundo, el Puerto de San isidro será bonito con la nieve para esquiar, pero para patearlo caminando era la leche, yo que solo conocía el terreno llano de nuestra tierra, vaya montañas mas altas y el ganado le gustaba subir cada vea mas arriba, pues los buenos pastos están en las cimas, así que aquel año hice subidas a montañas que mirabas desde abajo y parecía imposible subir, al final se subía haciendo zis zas, de lo bueno que recuerdo que en el puerto nos apreciaban mucho y comíamos en vez en cuando buenos cocidos de alubias por abonar con los animales los praos.
No volví nada mas que ese año que por cierto era en el 73, al siguiente me fui a la mili voluntario y ya no volví al campo.
Saludos
Comíamos y dormíamos a la intemperie, también nos tocó soportar algún día de lluvia, todo el día caminando, los burros para llevar el jato y el dueño de las ovejas nos esperaba en algún pueblo por donde pasábamos, ahora lo recuerdo con nostalgia, pero para mí aquella experiencia fue muy dura, había dormido alguna noche en la era con mi padre en el pueblo, pero la cama era mullida con la paja, sin embargo de trashumancia la cama era una manta en el suelo y cierto que de cansado que iba dormía como un lirón.
Para mí fue como ver otro mundo, el Puerto de San isidro será bonito con la nieve para esquiar, pero para patearlo caminando era la leche, yo que solo conocía el terreno llano de nuestra tierra, vaya montañas mas altas y el ganado le gustaba subir cada vea mas arriba, pues los buenos pastos están en las cimas, así que aquel año hice subidas a montañas que mirabas desde abajo y parecía imposible subir, al final se subía haciendo zis zas, de lo bueno que recuerdo que en el puerto nos apreciaban mucho y comíamos en vez en cuando buenos cocidos de alubias por abonar con los animales los praos.
No volví nada mas que ese año que por cierto era en el 73, al siguiente me fui a la mili voluntario y ya no volví al campo.
Saludos
VALDÍO, bonito relato nos cuentas. Tan bien contado está que casi parece un cuento ¡ojalá, verdad!. Valgan estas palabras tuyas como homenaje a los que tanto y tanto sacrificio hicieron por sacarnos adelante (abuelos y padres), muchos ya no están y a los que están les mando un abrazo.