Las rodillas, las rodillas... De no gatear, están oxidadas... y eso no hay remedio. También los kilos... Pero me haría mucha ilusión, cuando vuelva al pueblo y ande por los alrededores "a mi aire", subir por los canchaburraleesde la RIBERA. Eso creo que lo conseguiré. De todas formas, subo las peñas bastante bien; se nota que me crié en un pueblo. Si te contase... He dejado asombrada a mucha gente. ya te contaré en Madrid, en Santorino.