Jajaja... lo reconocí al momento, hace algo así como 34 años se nos quemaron las pastillas de los frenos bajando por ahí y tuvimos que quedarnos a dormir... No se me olvida, no.
Quemar las pastillas de los frenos es una mala lección de un o una conductora, este puerto bajándolo en segunda e incluso en las curvas en primera apenas hay que tocar el freno. Lo malo es simplemente la ausencia de hacer las cosas bien.