Esta calesa con un caballo blanco andaluz tendría que ser una gozada verla volar por los caminos membrilleros entre las encinas.
Pues alguna vez ha VOLADO en ella una AMAPOLITA.... Y nunca mejor dicho eso de "volar", porque recuerdo una vez que íbamos mi prima y yo con mi tío, creo que hacia la era de Clavería, y el caballo corría demasiado... Eso sí, no recuerdo si era blanco o negro. Creo que ese día dejó de gustarme la calesa; años más tarde me pasó lo mismo en Sevilla y DEFINITIVAMENTE, prefiero ir a pie.
y volarrrrrr y acariciar el cielo con las manos y soñarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr ,,, ains k salaaaaa