REONDA
Huyo de las tentaciones como un corzo, por eso aprovecho para felicitarte a estas horas, pues sospecho que ya ha caído la tarta; no sea que se te ocurra darme un trozo y se me vaya al carajo el tipín que estoy cogiendo. Me he propuesto bajar de los 100, así que dile “al tu hombre” que aproveche para enseñarme, de una vez por todas, la cueva de Chico Cabrera, antes de que vengan los turrones, que luego no quepo por el agujero.
Hoy habrá sido un día muy especial para ti, y deseo que lo hayas disfrutado junto a la familia, a la que le mando un fuerte abrazo; además de que supongo que se ha visto acrecentado con las felicitaciones tan emotivas que te han hecho llegar los amigos y amigas de este foro, y especialmente la “del tu hombre”. Si a mi me hubiese dicho eso tan bonito, yo le hubiese pegado un par de achuchones, con revolcones incluidos.
Reonda, me despido con un achuchón, aunque no pretendo que sea sobre el colchón. El abrazo y el beso lo pensaba dejar para otra ocasión, que espero que sea muy, muy pronto; pero me resisto a despedirme sin darte ni siquiera un beso, ahora que me encuentro como un chochón, así que te mando un par de ellos, junto con el achuchón.
Huyo de las tentaciones como un corzo, por eso aprovecho para felicitarte a estas horas, pues sospecho que ya ha caído la tarta; no sea que se te ocurra darme un trozo y se me vaya al carajo el tipín que estoy cogiendo. Me he propuesto bajar de los 100, así que dile “al tu hombre” que aproveche para enseñarme, de una vez por todas, la cueva de Chico Cabrera, antes de que vengan los turrones, que luego no quepo por el agujero.
Hoy habrá sido un día muy especial para ti, y deseo que lo hayas disfrutado junto a la familia, a la que le mando un fuerte abrazo; además de que supongo que se ha visto acrecentado con las felicitaciones tan emotivas que te han hecho llegar los amigos y amigas de este foro, y especialmente la “del tu hombre”. Si a mi me hubiese dicho eso tan bonito, yo le hubiese pegado un par de achuchones, con revolcones incluidos.
Reonda, me despido con un achuchón, aunque no pretendo que sea sobre el colchón. El abrazo y el beso lo pensaba dejar para otra ocasión, que espero que sea muy, muy pronto; pero me resisto a despedirme sin darte ni siquiera un beso, ahora que me encuentro como un chochón, así que te mando un par de ellos, junto con el achuchón.