Estimados chicos, amadas chicas, mis queridos todos, dos puntos (:)
Aunque aún estoy con el “rabúo” de la fiesta, me gustaría escribiros cuatro letras, pero una vez que me he levantado de la siesta; ¡lo primero es lo primero!. ¡Hay que ser ordenado en esta vida!, por lo menos así me lo enseñaron a mi: “cuando te comas el primer plato, te pongo el segundo, y si no te lo comes te quedas sin comer”; y te añadían: “ y te quedas sin postre”; esa “añadiduría” era la que más “jodía”.
Realmente no sé si lo que digo es verdad o mentira, lo cierto es que lo malo se olvida; por eso no recuerdo si, por entonces, había más de un plato; tal vez lo haya soñado; pero la siesta sí es cierta,…. ¡la siesta no se me olvida!.
Dónde sí tuvimos más de un plato fue en SANTORINOS, con postres y regalos incorporados. Todo, todo, absolutamente todo, hasta el más mínimo detalle, me supo a gloria, y sobre todo compartiéndolo con los amigos que nos juntamos en un ambiente entrañable; fue una tarde estupenda. Siento que no estuvieran otros, a los que echamos de menos, siento que no estuvierais todos.
¡Ay que pena! aquí me encuentro, abatido en el sillón sin levantar cabeza; por dentro con el corazón alegre de haber vivido esos momentos entrañables; pero sin fuerzas por fuera, ¡ay que pena!
Este es el estribillo que tuve ayer y he tenido hoy, todo el día.
¡Ya va siendo hora de que tengamos otra fiesta!
SALUDOS A TODAS Y A TODOS
Aunque aún estoy con el “rabúo” de la fiesta, me gustaría escribiros cuatro letras, pero una vez que me he levantado de la siesta; ¡lo primero es lo primero!. ¡Hay que ser ordenado en esta vida!, por lo menos así me lo enseñaron a mi: “cuando te comas el primer plato, te pongo el segundo, y si no te lo comes te quedas sin comer”; y te añadían: “ y te quedas sin postre”; esa “añadiduría” era la que más “jodía”.
Realmente no sé si lo que digo es verdad o mentira, lo cierto es que lo malo se olvida; por eso no recuerdo si, por entonces, había más de un plato; tal vez lo haya soñado; pero la siesta sí es cierta,…. ¡la siesta no se me olvida!.
Dónde sí tuvimos más de un plato fue en SANTORINOS, con postres y regalos incorporados. Todo, todo, absolutamente todo, hasta el más mínimo detalle, me supo a gloria, y sobre todo compartiéndolo con los amigos que nos juntamos en un ambiente entrañable; fue una tarde estupenda. Siento que no estuvieran otros, a los que echamos de menos, siento que no estuvierais todos.
¡Ay que pena! aquí me encuentro, abatido en el sillón sin levantar cabeza; por dentro con el corazón alegre de haber vivido esos momentos entrañables; pero sin fuerzas por fuera, ¡ay que pena!
Este es el estribillo que tuve ayer y he tenido hoy, todo el día.
¡Ya va siendo hora de que tengamos otra fiesta!
SALUDOS A TODAS Y A TODOS