Quiero aprovechar estas fotos de GAMITO para dar las gracias a D. Miguel por el tiempo que ha pasado entre nosotros, por ser un buen médico, pero sobre todo una buena persona que se ha entregado a la gente, contagiándonos de su buen humor. Y por eso los membrilleros el otro día se lo agradecieron en la Casa de Cultura, llena a rebosar. Le ha costado irse, y a los membrilleros les cuesta su ausencia. Pero.. unos se van y otros vienen. Ahora nos toca recibir con el mismo cariño a nuestra nueva doctora. Creo que se llama Mª Mar.