¡A la antigua usanza,
amigo hogaño!. La expresividad del rostro denotaba que eras un hombre
feliz. Ya sabemos que hay cosas que el alma no las puede explicar.
Un abrazo
¡Hombre
amigo chengue! Repasando los
mensajes veo que apareces por aquí, supongo que a esta hora ya te habrás retirado. Fuí pensando que iba a currar; pero que iba a ser mayor la intensidad con la que iba adisfrutar, y así fué.
Un abrazo.