TEMA DEL DÍA. El ojo izquierdo. Con la foto de Dña. Piedad de Muguiro y Frígola, hija del conde D. Francisco, hemos cubierto en parte la curiosidad de "VIRGO". Aunque parezca sencillo... no es tan fácil tener esta clase de archivo aunque sí MUCHO INTERÉS. Somos conscientes de que sin motivo haya gente que se molesten (así que no nos vamos asorprender que voten en "rojo"); pero con valentía - nos nos tenemos porqué arrugar ante nada y ante nadie y menos ante estas cosas- diremos que la familia Muguiro con este pueblo se ha portado maravillosamente bien. Lo que pasa es quel os tiempos, gracias a Dios, cambian; pero había que recordar muchas cosas.... sólamente un dato: Si hoy gozamos de un Ayuntamiento "COLOCADO" estratégicamente en una Plaza... se lo debemos a un Muguiro. Y nunca olvidaremos de la señorita Piedad de sus "Reyes" en aquellos años tan dificiles años de los cincuenta... y alguna propinilla que te daban en la iglesia a pedir (antes y todos los dias se pedia por algo distinto y en voz alta) por "Las Ánimas Benditas"... limosna en el cesto y aparte las cinco pesetas de papel que te guardaba. Es una manera de reconocer que había que levantarse a las 7 - 7:30 de la mañana todos los dias para ayudar misa a las 8;00 de la mañana y después... después a Escuela. Esperemos que por lo menos... hayamos entretenido, es nuestra sencilla pretensión y nada más. SALUDOS.
En esta foto era joven Dña. Piedad y a esa edad no la conocimos pero si cuando iba a misa, si mal no recuero creo que tenía gafas oscuras y usaba bastón.
Curiosidades de la vida y creo que no seré sólo el que se acuerde, en la Iglesia al fondo y a la derecha había asientos reservados para los SEÑORITOS, cuando iban a misa allí tenían su sitio disponible, pero es que cuando no iban allí nunca se sentaba nadie porque lo mismo te llamaban la atención.
Curiosidades de la vida y creo que no seré sólo el que se acuerde, en la Iglesia al fondo y a la derecha había asientos reservados para los SEÑORITOS, cuando iban a misa allí tenían su sitio disponible, pero es que cuando no iban allí nunca se sentaba nadie porque lo mismo te llamaban la atención.