Anécdota de nuestra niñez. Siendo pequeño y puede ser cuando tenía dos años más o menos mi madre me llevó a la Calle Nueva donde D. Antonio tenía la consulta, más de una vez me mandó Penicilina y Calcio 20, una vez no se si sería Penicilina o alguna otra cosa la cuestión es que me mandó inyecciones y me las puso D. Celestino, que por cierto impresionaba cuando empezaba con los preparativos de hervir las agujas y las inyecciones y me la puso aparentemente sin problemas, debió continuar haciendo el recorrido hasta que se dio cuenta que de una aguja le faltaba la mitad, por lo tanto la otra mitad en algún culo se había quedado clavada, empezaría a revisar a cuantos había atendido y cuando me visitó yo tenía clavada la otra mitad que le faltaba, mi madre me contaba que con razón me veía inquieto y como no iba a estarlo si me tendría que doler, cosas de la vida.