En la ceremonia ritual judía de sacrificar los ganados, conocida como sehitah, se encuentra el origen de una de las más populares y arraigadas costumbres gastronómicas extremeñas: la matanza. Sustituyendo el carnero, oveja o vaca sacrificados por la judería por el cerdo ibérico criado en la dehesa tendremos cómo la matanza hebrea se injerta en las tradiciones de los cristianos viejos, naciendo una de las más generalizadas y festejadas costumbres culinarias, fuente de pantagruélicos y meritorios guisos de lo que hoy, tras un par de milenios, se titula Cocina Extremeña, pero esa, es otra historia, otro personal homenaje a la antigua tierra que me vio nacer.
Juan Sanguino Collado
Juan Sanguino Collado