Dos mariposas pueden no ser lo que parecen. Y tres mariposas tampoco. Leptidea reali y Leptidea sinapis son a la vista exactamente iguales: blancas con la punta de las alas negra. Pero no lo son. Hace dos décadas, analizando en gran detalle sus genitales, los investigadores se dieron cuenta de que son dos especies distintas. Desde entonces no les quitan ojo porque quieren saber por qué, cuándo y cómo se han separado como especie -los misterios de la especiación se investigan desde Darwin y aún fascinan a los científicos-. Pero ¡oh, sorpresa!: "En realidad, estas especies que parecen gemelas son en realidad tres", dice Roger Vila, del Institut de Biologia Evolutiva (CSIC-UPF). Las diferencias con esta tercera especie son tan sutiles que sólo se detectan en los genes. Por eso se han descubierto ahora, con el primer proyecto para catalogar con un "código de barras" genético a las más de 230 especies de mariposas de la Península Ibérica y Baleares.