El código de barras genético es una tecnología en alza que ayuda a los naturalistas en su lucha contra el tiempo. "Dada la actual crisis de biodiversidad, la catalogación de especies se ha convertido en una carrera contrarreloj", dice Vila. Se trata, ni más ni menos, de conocer las formas de vida que pueblan el planeta antes de que se extingan. Y no sólo por curiosidad científica, sino porque ese conocimiento redunda en mejores estrategias de conservación. Y en este panorama la genética ayuda a ganar tiempo.