La leyenda del buen ladrón
Diego Corrientes
Una vez venía de una dehesa una pastora de Cabezabellosa, un pueblo que está aquí por cima, y traía el dinero que habían ganao de una temporá con los quesos y los cabritos. La madre se lo había escondío entre la bastilla del vestido pa que no se lo encontrasen. Pero le salió al paso un bandolero. Ella, toa asustaíta, le confesó dónde tenía guardao el dinero. Y le dijo al bandido lamentándose:
—No, si ya me encargó mi madre que me andase con cuidiao pa que
Diego Corrientes no me lo quitase. Tonta de mí…
Entonces, el bandido sacó un fajo de billetes y se lo dio a la muchacha y luego la tranquilizó y le encargó que dijese a su madre que Diego Corrientes solo roba a los ricos y ayuda a los pobres. No le hizo na a la cabrera bellosa y encima le dio un montón de dinero. Pa que usted vea.
Fernando FLORES DEL MANZANO
Mitos y leyendas de tradición oral en la alta Extremadura
Diego Corrientes
Una vez venía de una dehesa una pastora de Cabezabellosa, un pueblo que está aquí por cima, y traía el dinero que habían ganao de una temporá con los quesos y los cabritos. La madre se lo había escondío entre la bastilla del vestido pa que no se lo encontrasen. Pero le salió al paso un bandolero. Ella, toa asustaíta, le confesó dónde tenía guardao el dinero. Y le dijo al bandido lamentándose:
—No, si ya me encargó mi madre que me andase con cuidiao pa que
Diego Corrientes no me lo quitase. Tonta de mí…
Entonces, el bandido sacó un fajo de billetes y se lo dio a la muchacha y luego la tranquilizó y le encargó que dijese a su madre que Diego Corrientes solo roba a los ricos y ayuda a los pobres. No le hizo na a la cabrera bellosa y encima le dio un montón de dinero. Pa que usted vea.
Fernando FLORES DEL MANZANO
Mitos y leyendas de tradición oral en la alta Extremadura