Hoy la critica la pongo yo, seguro que a Pisaera le va a gustar, y espero que al resto del foro que somos todos, los criticos, los acidos, los graciosos, los letrados, los ilustrados, los trabajadores, los obreros,................. y sobre todo mi amigo el PASTOR.
EL PASTOR Y SU CRÍTICA
Hoy, sus quiero icir, lo que ayer
vuestras bocas se callaron,
a vusotros poetas y cantoris
d´éste pueblo en l´agonía
y q´un día l´orviaron.
Yo no sé si por vergüenza
por temor, orvío o mieo,
no dijisteis tantas cosas
der sufrir de nuestro pueblo.
A vusotros que cantabais
a las vígenes y a los santos,
que palrabais de las cosas tan güenas
y tan bonitas de nuestros campos.
¿Por qué no palrabais tamién
de la miseria y del doló
que paecía nuestra gente?.
¿Por qué no icíais que la tierra
la poseían na más que cuatro,
que tenían que dirse nuestros hijos
en busca e pan y trebajo?
Y a vusotros los menistros
y demás gente del gobierno,
tamien sus quiero icir
argo que callarme no pueo.
¿Y por qué no habéis j´echo vusotros
que toas las tierras sean iguales?
¿Por qué nos habéis dao a nusotros
lo que no quiere naide?.
Nusotros semos probes, mu probes
y mu güenos y mu j´onraos,
pero nuestra tierra es murica
y mira, mira lo que nos habéis dao.
Pantanos que h´an ajogao
a muchos de nuestros pueblos,
de cuyos nombres hoy ni acordarme quiero.
Y aluego vino el regadío
p´aque unos cuantos chuparan,
y p´aque otros, los de siempre,
d´etrás d´ellos mendigaran.
Y aluego plantasteis ocaliptos
p´aque la tierra s´abrasara,
p´aque tamien unos cuantos,
con sus intereses, se beneficiaran.
Y endispués, esos chismarracos,
que nucleares los llamaron,
que naide sabe p´aqué son
ni p´aqué coño las sembraron.
Y muchismas cosas que fartan
que ni nombrarlas quiero,
que cuanti más cavilo
más me emberrechino y me cabreo.
Porque yo no sé de leyes
ni tampoco sé de cencias,
yo sólo sé cuidiar
de mis cabras y de mis ovejas.
Pero yo la verdad la igo
de lo malo, cuanti que lo veo,
con voz clara y mu juerte
¡sin vergüenzas y sin MIEOS!.
Hoy, sus quiero icir, lo que ayer
vuestras bocas se callaron,
a vusotros poetas y cantoris
d´éste pueblo en l´agonía
y q´un día l´orviaron.
Yo no sé si por vergüenza
por temor, orvío o mieo,
no dijisteis tantas cosas
der sufrir de nuestro pueblo.
A vusotros que cantabais
a las vígenes y a los santos,
que palrabais de las cosas tan güenas
y tan bonitas de nuestros campos.
¿Por qué no palrabais tamién
de la miseria y del doló
que paecía nuestra gente?.
¿Por qué no icíais que la tierra
la poseían na más que cuatro,
que tenían que dirse nuestros hijos
en busca e pan y trebajo?
Y a vusotros los menistros
y demás gente del gobierno,
tamien sus quiero icir
argo que callarme no pueo.
¿Y por qué no habéis j´echo vusotros
que toas las tierras sean iguales?
¿Por qué nos habéis dao a nusotros
lo que no quiere naide?.
Nusotros semos probes, mu probes
y mu güenos y mu j´onraos,
pero nuestra tierra es murica
y mira, mira lo que nos habéis dao.
Pantanos que h´an ajogao
a muchos de nuestros pueblos,
de cuyos nombres hoy ni acordarme quiero.
Y aluego vino el regadío
p´aque unos cuantos chuparan,
y p´aque otros, los de siempre,
d´etrás d´ellos mendigaran.
Y aluego plantasteis ocaliptos
p´aque la tierra s´abrasara,
p´aque tamien unos cuantos,
con sus intereses, se beneficiaran.
Y endispués, esos chismarracos,
que nucleares los llamaron,
que naide sabe p´aqué son
ni p´aqué coño las sembraron.
Y muchismas cosas que fartan
que ni nombrarlas quiero,
que cuanti más cavilo
más me emberrechino y me cabreo.
Porque yo no sé de leyes
ni tampoco sé de cencias,
yo sólo sé cuidiar
de mis cabras y de mis ovejas.
Pero yo la verdad la igo
de lo malo, cuanti que lo veo,
con voz clara y mu juerte
¡sin vergüenzas y sin MIEOS!.