Corriendo había que salir desde el campanario para "ayudar" a misa en el "cementerio" a las claritas del día, según constaba en el estadillo de turnos de monaguillos y campaneros expuesto con letra mecanografiada en la puerta de una alacena que había a la derecha de la entrada de la sacristia y si no recuerdo bien sería en la pared. REALITO te acuerdas nuestras noches de TODOS LOS SANTOS, arriba en el campanario toda la noche con el "PAN, PAN, PIN, PAN dominando el "todo Membrio" y nos parecía precioso, asomados a las ventanas del campanario que daban al cementerio aquellas multiplicidad de tenuas luces que se agitaban como un vaiven de múltiples lenguas de fuego ensimismadas por el viento. REALITO, ¿Te acuerdas la noche que subimos al campanario a dos convidados de piedra?. Digo eso porque nosotros ya habíamos cenados las viandas que nos preparó con gran esmero la tia Anita, la madre de Vicente Pintor Jiménez. Quizás nuestro turno ya pasó, aquello que decíamos cuando jugábamos a "los pueblos" se "secó el árbol". ¡Oye saladísimo tu puesta en escena de "campanero mayor" en aquello del control de la entrada en este foro que alguien tiene que llevar, ¡faltaría más!. Pero... amigo REALITO, sé consecuente, se cachondean de nosotros, se nos cuelan por todas partes, ¿Te acuerdas del cine del Salón de Arriba?. ¿Te acuerdas del baile del Salón de Abajo?. ¿Tú no te colabas?. ¡Ah ejecutando la memoria retrospectiva me parece recordar que hace tiempo, mucho tiempo, hacías un alegato acerca del Salón de Abajo. No sé la memoria comienza a sernos infiel. ¡Oye, si tu hijo ha estado en el pueblo en estas vacaciones, o no se parece a tí o no a pasado el Missisipi!