¡güena gente, si señóóóó!
Estampas como ésta, me reviven los buenos recuerdos; y es que estampas como ésta, no se viven en todos los sitios, ni en todos los momentos. Como se suele decir, por más vueltas que le doy, siempre a parar a Membrío voy; y en yendo a Membrio ya sabes lo que te espera. Se agradece estar vivo para revivir estos encuentros, aunque en esta ocasión, vivo sigo, y lamento no haberlo vivido; ¡cuánto lo siento!
Me imagino metido en la escena, bien pasada las tres de la tarde. Son los típicos momentos en los que no sabes, ni cómo ni cuándo llegará la noche; la “tarde ya está echá, aunque nunca perdía”; lo único que sé cierto y seguro, es que en días así no me hará daño la comida de casa, lo demás sólo hay que dejarlo venir.
……Y mi madre en la esquina de la tía Dolores “pelina” (q. e. g. e.), diciéndome una y otra vez “ ¡y no te vienes a comé, que te está la Otra esperando! ¡vaya echangaero de comía!, ¡vaya cómo el "jefe" se lo estás pasando!”
Siempre fue así, y espero siempre sea; se me paró el reloj, y el de la torre no lo oí; será mi oído o será el reloj, pero la culpa no la tuve yo.
¡güena gente, si señóóóó!
Estampas como ésta, me reviven los buenos recuerdos; y es que estampas como ésta, no se viven en todos los sitios, ni en todos los momentos. Como se suele decir, por más vueltas que le doy, siempre a parar a Membrío voy; y en yendo a Membrio ya sabes lo que te espera. Se agradece estar vivo para revivir estos encuentros, aunque en esta ocasión, vivo sigo, y lamento no haberlo vivido; ¡cuánto lo siento!
Me imagino metido en la escena, bien pasada las tres de la tarde. Son los típicos momentos en los que no sabes, ni cómo ni cuándo llegará la noche; la “tarde ya está echá, aunque nunca perdía”; lo único que sé cierto y seguro, es que en días así no me hará daño la comida de casa, lo demás sólo hay que dejarlo venir.
……Y mi madre en la esquina de la tía Dolores “pelina” (q. e. g. e.), diciéndome una y otra vez “ ¡y no te vienes a comé, que te está la Otra esperando! ¡vaya echangaero de comía!, ¡vaya cómo el "jefe" se lo estás pasando!”
Siempre fue así, y espero siempre sea; se me paró el reloj, y el de la torre no lo oí; será mi oído o será el reloj, pero la culpa no la tuve yo.
¡güena gente, si señóóóó!
Baleares, te heche de menos, alguan vez he estado tentado de darte un voz a ver si te asomabas, pero me decia si tiene que terminar el jodio armario de los tornillos raros que no tienen trocola y eso es dificil de meter, asi que lo dejaremos tranquilo no sea que luego se le venga encima y haya que lamentar.
Pues nada cuidate y no hagas en demasia caso a los "matasanos" que solo de pensar en lo que te quitan se debilita uno.
Saludos y no tardes en asomarte o me veré obligado a darte una voz.
Pues nada cuidate y no hagas en demasia caso a los "matasanos" que solo de pensar en lo que te quitan se debilita uno.
Saludos y no tardes en asomarte o me veré obligado a darte una voz.
Hola JOSÉ LUÍS. La verdad es que no me gusta que me pongan falta, y eso es algo que aprendí desde niño. De pequeño creo que no tuve ni sarampión ni paperas por no faltar a la escuela; pero ahora de mayor me han salido otros compromisos ajenos a mi voluntad, y ¡cualquiera los deja para ir a la escuela! ¡Ya me guataría, ya!, levantarme todas las mañanas, ponerme el babi con calzonas, coger mi plumier con lápices de colores, e ir a la escuela de los cagones; no sin que antes mi abuela Frasca me peinase y atusase el flequillo, dejándome como un pincel. ¡Ay si esta mujer levantase la cabeza y me viera!
Ahora de mayores, nos permitimos otras licencias, en compensación de que empezamos a perder otras cosas; algunos, hasta perdemos la educación. No quiero decir que yo la haya perdido, en el sentido de pasar a ser un mal educado, que nunca lo fui, sino que por dejar a un lado la actividad forera no acudo a mis obligaciones y actúo en contra de lo que aprendí en la escuela.
Respecto a los muebles de IKEA, me han sobrado unas escuadras de sujeción porque la Pelucha no quiere que haga agujero de anclaje en la pared. El acuerdo al que hemos llegado, como personas mayores e inteligentes que somos, es que yo no instalo las escuadras, pero ella tampoco llena el armario con sus cosas y así no se nos cae encima. De esta forma ninguno de los dos damos nuestro brazo a torcer; seguimos con nuestra relación, felices, contentos,…, pero lo cierto es que no he devuelto el armario por mal parecer.
Otra cosa que me apuntabas era lo de los “matasanos”; pues de momento lo único que te puedo decir es que sigo aquí para contarlo, y que no me parece tan mal que te quiten lo que quieran mientras que no te quiten el apetito.
Un saludo también para ti.
Se me olvidaba decirte que me puedes llamar cuando quieras si ves que falto, que ya queda por mi cuenta el hacerte caso.
Ahora de mayores, nos permitimos otras licencias, en compensación de que empezamos a perder otras cosas; algunos, hasta perdemos la educación. No quiero decir que yo la haya perdido, en el sentido de pasar a ser un mal educado, que nunca lo fui, sino que por dejar a un lado la actividad forera no acudo a mis obligaciones y actúo en contra de lo que aprendí en la escuela.
Respecto a los muebles de IKEA, me han sobrado unas escuadras de sujeción porque la Pelucha no quiere que haga agujero de anclaje en la pared. El acuerdo al que hemos llegado, como personas mayores e inteligentes que somos, es que yo no instalo las escuadras, pero ella tampoco llena el armario con sus cosas y así no se nos cae encima. De esta forma ninguno de los dos damos nuestro brazo a torcer; seguimos con nuestra relación, felices, contentos,…, pero lo cierto es que no he devuelto el armario por mal parecer.
Otra cosa que me apuntabas era lo de los “matasanos”; pues de momento lo único que te puedo decir es que sigo aquí para contarlo, y que no me parece tan mal que te quiten lo que quieran mientras que no te quiten el apetito.
Un saludo también para ti.
Se me olvidaba decirte que me puedes llamar cuando quieras si ves que falto, que ya queda por mi cuenta el hacerte caso.