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MEMBRIO: acres: es un simple pasaje que hago de manera algo...

Amiga Marga V: este fue un Santo que tuvo poco predicamento en Membrío. Me acuerdo de aquella ola de devociones repentinas, que, al poco tiempo, levaron anclas rumbo a un viaje lleno de vicisitudes. ¡Tierra, a la vista! ¡Imponente y estremecedor espectáculo!... y los conductores “in crecendo”, por las calles, sonando los claxon, pitos, o bocinas. ¿Y las gentes?, heroicos habitantes, rendidos ante el estruendo de tan larga serpiente, con vítores y emociones exaltadas. ¡Y, ahora!: ¿Que ha sido de San Cristobal? ¿Dónde descansa la sublime imagen? ¿Será víctima, como todos los preeminentes hombres, de la repugnante envidia? Yo espero que aparezca pronto, para que, aquellos que estamos abandonados a la laxitud y la flaccidez, podamos volver a la realidad de los 80 céntimos el litro de gasolina.-Se lo pido, encarecidamente.

Aguantar estoicamente al erguido Santo Patrón de los Conductores, forma parte de la gesta, que no por inverosímil deja de ser importante; bien es verdad que tu padre, y, a su lado, el tío Agustín, velan de cerca por si acaso un ligero movimiento de indecisión termina en un lamentable episodio. Eran otros tiempos, y otras emociones...

El Renaul 8, azul. Creo que tenía uno igual Julio “cachero”, que e. p. d.

El de la bici. ¡Que voy a decir yo!

Un abrazo

E dicho que en esta foto, estaba mi suegro y después he leído que ya lo habías nombrado tú, pues mi suegro era, al igual que lo es su hijo, muy devoto de San Cristobal, tanto que tiene una pequeñina imagen de el en su mesilla. posiiiiiiiiii
Besinos.

acres: es un simple pasaje que hago de manera algo retórica para que no parezca tan simplón. ¡Por supuesto que San Cristobal tiene devotos en Membrío, y entre ellos el tío Agustín, q. e. d., y el amigo Felipe!; es más (sin sorna), creo que, si hay Santos, a este es a uno a los que más le debo, y sabré por qué. Las devociones, en general, han caído, debido a muchas circunstancias, que sería largo de comentar: algunas, por ejemplo, como las San Isidro, al que recuerdo con nostalgia, cayeron, como es obvio, desde el momento en que el santo se quedó sin agricultores; otras, como la de San Cristobal, lo hicieron porque en nuestro pueblo, supongo, no estaba muy arraigada su fe; y, otras, símplemente, porque, la corriente general de las nuevas generaciones es esa... Si establecemos un símil con las fiestas populares, siempre perdurarán, con sus avatares, aquellas que están imbricadas en el sentir del pueblo, en su tradición, en sus raíces; eso sí, condicionadas a sus circunstancias, como le pasó a San Isidro... y, sin gentes no hay fiesta, ¡claro está!.

Bueno, un tema de debate interesante, que agradezco que haya despertado en ti la curiosidad. Yo, dentro de un rato, iré a una bodega a tomar unos vinos y reflexionar sobre estas cuestiones "pa, por sí"...

Mando para tí, y para el amigo Felipe un fuerte abrazo.