Los impuestos en Belice
se extinguían en la nada
y todo era beneficio,
y todo era ganancia,
pues pagaba las facturas
que él mismo se cobraba.
Con más arte que Paesa,
el Duque de Candelaria
amasaba una fortuna
así, sin más, por la cara
que tiene de hombre buenazo
y de marido de Infanta.
Si en Nóos hubo trapicheos,
el Duque no sabe nada,
que Nóos está en Barcelona
y él residía en las Babias.
Así se escribe la historia:
unos pierden, otros ganan;
aquí perdió el pueblo entero
y ganó el Duque de Palma.
Ahora corresponde al juez
analizar bien la causa
y demostrar que es verdad
que, quien la hace, la paga.
Debe el juez recuperar
el total de la mangancia,
subastar el palacete
y ofrecerle larga estancia,
en Soto del Real, al Duque
y a sus amigos comparsas.
se extinguían en la nada
y todo era beneficio,
y todo era ganancia,
pues pagaba las facturas
que él mismo se cobraba.
Con más arte que Paesa,
el Duque de Candelaria
amasaba una fortuna
así, sin más, por la cara
que tiene de hombre buenazo
y de marido de Infanta.
Si en Nóos hubo trapicheos,
el Duque no sabe nada,
que Nóos está en Barcelona
y él residía en las Babias.
Así se escribe la historia:
unos pierden, otros ganan;
aquí perdió el pueblo entero
y ganó el Duque de Palma.
Ahora corresponde al juez
analizar bien la causa
y demostrar que es verdad
que, quien la hace, la paga.
Debe el juez recuperar
el total de la mangancia,
subastar el palacete
y ofrecerle larga estancia,
en Soto del Real, al Duque
y a sus amigos comparsas.