MEMBRIO: ¡Extremadura, sí, Extremadura!...

¡Extremadura, sí, Extremadura!
Tierra y sol,
sudor callado...
Tatuajes indelebles
en tus manos.
Hoy tu rostro,
siempre recio, siempre pardo,
curtido bajo el sol más generoso,
se dibuja goloso, sin rubor subvencionado,
reavivando el color de los silencios
degollados con el filo del arado.