poema a mi gente querida.
dios creo el vino
cuando dios nuestro señor
estaba creando el mundo
vino a su mente divina
un sentimiento profundo.
después de haber consumado
con arte y sabiduría
casi toda la creación, pensó,
¡que sed madre mia! ¿qué me bebería yo?
bebió de un arroyo agua
y vio que su sed calmaba
mas de crear algo mas bueno
dios se quedo con ganas
y llamo a sus querubines
y a los guardianes del cielo
mandándolos a la tierra
con un encargo certero
traedme todos los frutos
que puse ayer en la tierra
aquellos que sus dulces jugos
el paladar enagenan
y recorrieron la tierra
y recogieron los frutos
y al buen dios le prepararon
mas de mil clases de zumos
y con paciencia el buen dios
uno a uno fue probando
el jugo de aquellas frutas
que el mismo había creado
probo el mango y la naranja
el pomelo y el melón
el limón y la papaya
la fresa y el melocotón
probó la roja sandia
kivis, peras y ciruelas
y así fue pasando el día
sín encontrar su quimera.
y cuando ya se agotaban
todas las frutas y zumos
al paladar del buen dios
llego de una uva el jugo
¡y exclamo ¡bendito sea mi nombre
y bendito sea este fruto
pues siendo negro y pequeño
que rico sabe su jugo
serás del hombre alegría
y mira si te bendigo
que llegaras algún dia
a ser sangre de mi hijo
¡y a vosotras os lo digo ¡
que si dios en su poder
creo el vino una mañana
no va a venir la mujer
para enmendarle la plana
¡y a vosotros os lo digo ¡
y es pues que tal bebida
del cielo la manda dios
que hay de tomarla con mida
y sin exageración
y ya para terminar
esta humilde chirigota
le dedicare unos versos
a mi amantísima ¡¡ ¡bota!
un dia te bauticé
pues para mi eres querida
porque guardas en tu entraña
mi mas preciada bebida
te puse el nombre de honoria
y no perdí la razón
pues en ti, el vino me sabe a gloria
y me alegra el corazón
y te escribí esta leyenda
sobre tu lomo de cuero
unos versos que demuestran
lo mucho que yo te quiero
“mantenme siempre robusta
y apriétame que me gusta”
dios creo el vino
cuando dios nuestro señor
estaba creando el mundo
vino a su mente divina
un sentimiento profundo.
después de haber consumado
con arte y sabiduría
casi toda la creación, pensó,
¡que sed madre mia! ¿qué me bebería yo?
bebió de un arroyo agua
y vio que su sed calmaba
mas de crear algo mas bueno
dios se quedo con ganas
y llamo a sus querubines
y a los guardianes del cielo
mandándolos a la tierra
con un encargo certero
traedme todos los frutos
que puse ayer en la tierra
aquellos que sus dulces jugos
el paladar enagenan
y recorrieron la tierra
y recogieron los frutos
y al buen dios le prepararon
mas de mil clases de zumos
y con paciencia el buen dios
uno a uno fue probando
el jugo de aquellas frutas
que el mismo había creado
probo el mango y la naranja
el pomelo y el melón
el limón y la papaya
la fresa y el melocotón
probó la roja sandia
kivis, peras y ciruelas
y así fue pasando el día
sín encontrar su quimera.
y cuando ya se agotaban
todas las frutas y zumos
al paladar del buen dios
llego de una uva el jugo
¡y exclamo ¡bendito sea mi nombre
y bendito sea este fruto
pues siendo negro y pequeño
que rico sabe su jugo
serás del hombre alegría
y mira si te bendigo
que llegaras algún dia
a ser sangre de mi hijo
¡y a vosotras os lo digo ¡
que si dios en su poder
creo el vino una mañana
no va a venir la mujer
para enmendarle la plana
¡y a vosotros os lo digo ¡
y es pues que tal bebida
del cielo la manda dios
que hay de tomarla con mida
y sin exageración
y ya para terminar
esta humilde chirigota
le dedicare unos versos
a mi amantísima ¡¡ ¡bota!
un dia te bauticé
pues para mi eres querida
porque guardas en tu entraña
mi mas preciada bebida
te puse el nombre de honoria
y no perdí la razón
pues en ti, el vino me sabe a gloria
y me alegra el corazón
y te escribí esta leyenda
sobre tu lomo de cuero
unos versos que demuestran
lo mucho que yo te quiero
“mantenme siempre robusta
y apriétame que me gusta”