Un día, un romero entró en un monasterio para pedir algo de comida y un sitio donde pasar la noche. Los monjes que allí vivían aceptaron, y mientras él comía, le preguntaron cosas sobre su vida. Finalmente le preguntaron cual era su oficio y el motivo por el que se encontraba en esa zona a esas horas de la noche. Él les respondió que es su país era músico, y que ahora estaba buscando inspiración para componer un miserere para que Dios le perdonara todos los pecados que había cometido.