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MEMBRIO: Poco a poco la costumbre de cantarlas se extendió por...

Poco a poco la costumbre de cantarlas se extendió por el pueblo llano que la aflamencaron, adoptándola a su propio estilo para expresar profundos sentimientos, de este modo la saeta se transformó en una copla de cuatro o cinco versos octosílabos cantada por martinetes o seguiriyas, palos que por su jondura casaron bien con el tono de la pasión de Cristo.