Posteriormente un trabajo de Thomas Bewick, publicado en 1792, contiene una descripción y una ilustración de un Dálmata, al cual Bewick se refiere como “Dálmata o Perro de Coche”. El primer estándar del Dálmata fue escrito en 1882 por el inglés Vero Shaw. Este estándar se adoptó oficialmente en el 1890.