esopo
Moraleja
Más vale estar solo que mal acompañado.
Moraleja
Más vale estar solo que mal acompañado.
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Queridos todos:
Al hilo de la moraleja resultante de la fábula de Esopo, “más vale estar solo que mal acompañado”, con la que José Luís Bernal terminó su ametralladora participación sobre la foto que os acompaño, justo ante de darle caña al Dálmata de ARR; me ha venido a la cabeza, que el otro día me enseñaron algo curioso sobre lo que le ocurre a la mayor parte de los refranes que conocemos cuando insertas en ellos las frases “entre sábanas” y “entre las piernas”.
Os voy a poner algunos ejemplos para que lo entendáis, ahorrándome así explicaciones, y que cada uno le dé, al resultado, la interpretación que quiera:
- Más vale estar solo “entre las sábanas”, que mal acompañado “entre las piernas”
- Dime de qué presumes “entre las sábanas”, y te diré de qué careces “entre las piernas"
- No por mucho madrugar “entre las sábanas”, amanece más temprano “entre las piernas”.
- A quién madruga “entre las sábanas”, Dios le ayuda “entre las piernas”.
- Quien bien te quiere “entre las sábanas”, te hará llorar “entre las piernas”.
- Dime con quién andas “entre las sábanas” y te diré quién eres “entre las piernas".
- Mientras hay vida “entre las sábanas”, hay esperanza “entre las piernas”.
- Quien mucho abarca “entre las sábanas”, poco aprieta “entre las piernas”
Entré para saludaros y para contaros lo que os conté; pero ahora salgo un poquino pudoroso y con el rabino entre las piernas
Veré si José Luís, me ha dejado un portillo para salir.
UN ABRAZO
ADIÓÓÓÓÓÓSSSSSS
Queridos todos:
Al hilo de la moraleja resultante de la fábula de Esopo, “más vale estar solo que mal acompañado”, con la que José Luís Bernal terminó su ametralladora participación sobre la foto que os acompaño, justo ante de darle caña al Dálmata de ARR; me ha venido a la cabeza, que el otro día me enseñaron algo curioso sobre lo que le ocurre a la mayor parte de los refranes que conocemos cuando insertas en ellos las frases “entre sábanas” y “entre las piernas”.
Os voy a poner algunos ejemplos para que lo entendáis, ahorrándome así explicaciones, y que cada uno le dé, al resultado, la interpretación que quiera:
- Más vale estar solo “entre las sábanas”, que mal acompañado “entre las piernas”
- Dime de qué presumes “entre las sábanas”, y te diré de qué careces “entre las piernas"
- No por mucho madrugar “entre las sábanas”, amanece más temprano “entre las piernas”.
- A quién madruga “entre las sábanas”, Dios le ayuda “entre las piernas”.
- Quien bien te quiere “entre las sábanas”, te hará llorar “entre las piernas”.
- Dime con quién andas “entre las sábanas” y te diré quién eres “entre las piernas".
- Mientras hay vida “entre las sábanas”, hay esperanza “entre las piernas”.
- Quien mucho abarca “entre las sábanas”, poco aprieta “entre las piernas”
Entré para saludaros y para contaros lo que os conté; pero ahora salgo un poquino pudoroso y con el rabino entre las piernas
Veré si José Luís, me ha dejado un portillo para salir.
UN ABRAZO
ADIÓÓÓÓÓÓSSSSSS