En Semana Santa las mujeres acompañan a los pasos vestidas con mantilla negra. Dejan entrever parte de su cabello que puede ir hacia atrás o hacia un lado, marcando unas ondas al agua. Mientras que el Viernes Santo, la mantilla debe cubrir completamente el pelo en señal de luto, hasta el Domingo de Resurrección, donde ya se puede usar la mantilla blanca.