La costumbre femenina de cubrirse la cabeza viene de tiempos remotos. Las damas de Elche y Baza, esculturas íberas realizadas hacia el siglo VI a. C., lucen velo y peineta. La palabra mantilla procede de la voz “manto”, el diccionario de la Real Academia la define como: “Prenda de seda, blonda, lana u otro tejido, adornado a veces con tul o encaje que usan las mujeres para cubrirse la cabeza y los hombros en fiestas y actos solemnes”.