MEMBRIO: pero ellas erre que erre, no había forma de convencerlas,...

pero ellas erre que erre, no había forma de convencerlas, ni poniendo un huevo de madera que mi madre tenía para coser calcetines y que sacábamos a escondidas y devolvíamos al costurero después de la lección. No aprendieron nunca y no fue por que no insistiéramos, es que eran muy cabezotas.