MEMBRIO: Claro que fui a ver a la Santina, nunca me lo pierdo;...

Chacho, PISAERA, no se te escapa una.

Me dieron la consigna de que no tenía que distraerme; no podía saludar, ni reírme, ni hacer monigotas a la gente, y como niño bueno debía obedecer; por eso me concentré de la mejor forma posible en aquello que tenía a mi alcance, mirando fijamente en la mancha sin pelos que se le extendía a Pablo por la cabeza y que le llegaba casi hasta el cogote; todo ello con independencia de que el acto era de máxima trascendencia y la solemnidad del momento así lo requería.
….
Hasta aquí te he dicho la versión oficial del gobierno, que, como siempre ocurre, es muy distinta a la de los sindicatos….

Pisaera, no sé de qué te estaba hablando, ¡esta chinostra joía…!
……

¡Ah, sí, ya lo recuerdo! En confianza te digo, que en ese sublime momento me picaba el ombligo, aunque en la foto no se me note. No me puse tirantes, y para que los pantalones no se me cayesen, me “arreaté muh apretao” un cinturón ancho de doble hebilla, que hizo que la masa corporal de mi redondeada barriga se me fuese, en parte, al bajo vientre, y el resto se me colocase entre el pecho y la espalda, aflorándome en mi rostro ese aspecto “avinagrao y estreñío” que plasmó nuestra intrépida reportera BAE. Lo que se dice “un hombre asfixiao” por las circunstancias, pero siempre guardando las apariencias: con la cabeza bien alta, sacando pecho y escondiendo la barriga.

Ahora sí recuerdo por qué antes se me fue el santo al cielo; una cosa es que el gobierno diga que debemos apretarnos el cinturón sacando pecho, y otra muy distinta es que nos pongamos moraos, no de comer, sino del estrangulamiento.

Yo también te mando Saludines y besos para tu madre.

NO CAMBIES NUNCA

Amigo Baleares ¿fuiste al pueblo de nuestra amiga la Santa Marina?. Si es así, lo pasarías bien; aunque más bien te llenarías de nostalgia recordando tiempos mejores, sobre todo de más fiesta y jolgorio. SALUDOS a todos.
Ah, si esto se desequilibra, que será lo más fácil, y hogaño lo equilibra buen equilibrador será; pero creo que más bien habria que llamar a nuestro amigo el juez de paz.

Claro que fui a ver a la Santina, nunca me lo pierdo; siempre me cojo un par de días más, uno para Santa Marina y otro para venirme con todo el sosiego. También solemos ir la noche del domingo a echarnos unos bailes. Este año estuvimos con las muchachas, aunque paramos poco tiempo.
Es cierto que te invade la nostalgia cuando pisas Carbajo en ese día, y es una pena que no nos juntemos como lo hacíamos antes, pero Santa Marina siempre estará ahí, y siempre habrá ocasiones de hacerlo. Si el día sale bueno disfruta de los parajes de Carbajo y de su gente; y sabes que la comida la tienes garantizada con los buenos quesos de Francisco.
Ojala nunca colguemos este hábito, forma parte de nuestra de nuestra esencia. Quizá la culpa la tenga el coche; cuando no lo teníamos nos peleábamos por subirnos al remolque del tractor o al camión de Cotrina. Los tiempos cambian pero lo peor de todo es que cambiamos nosotros.

El próximo año trataremos de equilibrar el miserere fichando al que haya que fichar, si con ello te sientes más seguro, y al juez de paz por si tuviera que poner orden; aunque sé que tú te basta solo para representar la entidad que representas, que no esta nada mal, je, je. Estás en minoría pero hemos de reconocer que no te achantamos, es difícil rebatir la prudencia y la cordura y tú eres la sensatez personificada.

Un abrazo y besos para Paqui, que la hemos visto en la foto del obispo muy linda con sus gafas, y en las procesiones de este año muy participativa con el grupo de tambores.